Trovadores de hoy pusieron voz y melodía al Pergamino Vindel en el concierto "El primer elepé vigués", celebrado ayer en el Teatro Afundación en Vigo dentro de los actos promovidos por la Secretaría Xeral de Cultura de la Xunta para despedir el Pergamino Vindel, que regresa mañana a Nueva York desde el Museo del Mar de Vigo. Teniendo en cuenta que el manuscrito de Martín Códax, que contiene siete cantigas de amigo -una de ellas sin musicar-, está considerado como el cancionero más antiguo de Vigo, no podía haber tenido otra despedida que no fuera musical. "Miña nai lúa", "El tiempo futuro", "Lágrimas", "Teño saudade" y "Ovnis entre Cíes y Baiona" fueron algunos de los temas que sonaron.

Y los vigueses acudieron para despedir a esta joya de la poesía y la música medieval galaicoportuguesa, agotando las entradas del Teatro Afundación para asistir a un concierto casi único, que reunió a doce de los nombres más señeros del pop gallego, convertidos en auténticos trovadores del siglo XXI, prestando su sonido y su voz a los versos del Vindel. Ya lo dijo el responsable de Sinsalaudio, coordinador del evento, durante la presentación de "El primer elepé vigués": el concierto no solo sería un tributo al Vindel, sino un homenaje a una larga estirpe de músicos vigueses.

Lydia Botana, Pablo Novoa, Nicolás Pastoriza, Víctor Aparicio, Susana Seivane, los hermanos Amaro e Iván Ferreiro, Rosa Cedrón, Eladio Santos, Wöyza, Patricia Moon y Lucía Fernández compartieron escenario en un concierto vibrante y sin precendentes. El Pergamino Vindel se convirtió ayer en un auténtico elepé recopilatorio de los más diversos estilos.

Fue una noche agridulce la que se vivió ayer en Vigo, que por una parte daba la bienvenida a algunos de sus músicos más importantes, pero decía adiós a la vez al pergamino medieval, que de nuevo se prepara a cruzar el océano. Pero, ¿quién sabe? Tal vez los trovadores de un futuro no muy lejano vuelvan a cantarle al Vindel. Esa vez, para celebrar su regreso definitivo a Vigo.