Votar con tu dinero para que el país y el mundo avancen por una senda sostenible. El vigués Santiago Ibáñez es el fundador de una plataforma de inversión inteligente on line que "democratiza" el acceso a grandes proyectos de infraestructuras y energías limpias, que hasta ahora solo estaban al alcance de gobiernos o grandes grupos financieros. Su start-up Sprout Wisely fue una de las diez seleccionadas entre 1.500 ideas de negocio presentadas a finales del año pasado a Techstars, la mayor aceleradora de EE UU, y también cuenta con el apoyo de la multinacional Barclays, en cuyas oficinas de Nueva York trabaja actualmente.
"La idea es que cualquier ciudadano pueda participar en iniciativas que reviertan positivamente en la sociedad, la economía y el medio ambiente. Se trata de darle poder a la gente para llevar el país por la dirección en la que creen que debe ir. En EE UU hay un apetito enorme por invertir en energías limpias e infraestructuras sostenibles. Y la plataforma te permite conocer el impacto de cada proyecto: cuántos empleos va a generar, su aporte al PIB local o el volumen de emisiones que se reducirán", explica.
La plataforma cuenta además con un fuerte componente de innovación tecnológica y además de inteligencia artificial utiliza blockchain para agilizar las transacciones: "Los bancos son muy rígidos y exigen muchas garantías, pero al prescindir de intermediarios los promotores tienen más flexibilidad y mayores retornos. Y a los inversores les damos la oportunidad de mejorar el planeta e incluso de dirigir sus acciones, por ejemplo, si quieren fomentar el desarrollo económico de Galicia".
La plataforma todavía no tiene proyectos en nuestra comunidad, pero ya suma 3.000 millones de dólares en iniciativas para invertir. El 90% de ellas se encuentran en Europa y Sudamérica y el resto, en EE UU. En unos meses, la empresa comenzará a operar, en principio, solo para inversores norteamericanos, pero la idea es extenderla a otros mercados de clientes e incluso abrir una filial en nuestro país.
"Galicia ya es una potencia en renovables, pero tanto a nivel de formación como de tejido empresarial debería apostar más por la innovación y las nuevas tecnologías. Es lo que generaría empleo en nuestra comunidad y también en España", plantea.
Ingeniero Industrial por la Universidad de Vigo y doctor por la Politécnica de Madrid, Santiago tiene una amplia experiencia profesional en el sector energético, donde trabajó para Gas Natural Fenosa, Abengoa o Norvento antes de imprimir un nuevo giro a su trayectoria y marcharse en 2012 al prestigioso MIT (Massachusetts Institute of Technology) con una beca Barrié para cursar un máster en Innovación Tecnológica.
Su idea era regresar pero el ecosistema de emprendimiento e innovación le llevó a quedarse en EE UU, donde trabajó durante cinco años para Applus como responsable de todas sus operaciones en el país. Hasta que, junto con un excompañero de clase brasileño, decidieron probar suerte con su propia aventura empresarial.
"Si no hubiese pasado por el MIT no me habría lanzado. Te dan formación sobre emprendimiento y te enseñan que aunque fracases, que es muy habitual, tienes que seguir intentándolo. Daba bastante vértigo pero en EE UU esto es mucho más habitual que en España. Si tienes una idea, aunque carezcas de dinero, como era nuestro caso, es posible ponerla en marcha. De hecho, la mayor parte de la innovación viene de las star-ups", destaca.
Su empresa le ha obligado a trasladarse desde la "elegante y europea" Boston a la "alocada, dinámica y divertida" aunque también "más estresante" Nueva York: "Las costas son tremendamente cosmopolitas y este ambiente te enriquece mucho. A pesar de la imagen que proyecta Trump, el país es muy abierto y profesionalmente te ofrece mucho. Mi socio y yo somos un ejemplo".
