Justin Forsyth, hasta ahora subdirector del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), anunció ayer su renuncia con el fin de no dañar la reputación de esta agencia y de la ONG Save the Children, de la que fue director, tras verse salpicado por un escándalo durante esta última etapa.

Save the Children Reino Unido pidió disculpas por el comportamiento "inadecuado" que tuvo Forsyth con tres trabajadoras de la organización, al tiempo que anunció la puesta en marcha de una revisión de sus procedimientos para examinar las medidas de protección de todo su personal ante este tipo de situaciones.

"Quiero dejar claro que no dimito de UNICEF por los errores que cometí en Save the Children", explicó Forsyth, subrayando que estos ya fueron atendidos con el "proceso adecuado hace muchos años". Según dijo, entonces pidió disculpas "sin reservas y cara a cara" y aprovechó para pedirlas de nuevo.

"Dimito por el peligro de perjudicar tanto a UNICEF como a Save the Children y nuestra causa más amplia", esgrimió, asegurando que no puede permitirse que esto ocurra a dos organizaciones a las que quiere, ya que está convencido de que la cobertura en torno a este asunto "también intentará hacer daño a nuestra causa y la de la ayuda".

La lucha contra la pobreza

"He dado 30 años de mi vida a luchar contra la injusticia y la pobreza y por los niños", sostuvo Forsyth, que dijo sentir un gran pesar por tener que abandonar UNICEF dos años después de haber sido nombrado su subdirector. "Les deseo a mis amigos y colegas de UNICEF y la ONU lo mejor", añadió.