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Diana Toucedo: "Es un sueño hecho realidad, el público de Berlín ha conectado con esta historia"

La ópera prima de la redondelana. de la Berlinale a China

Diana Toucedo: "Es un sueño hecho realidad, el público de Berlín ha conectado con esta historia" Un fotograma de la película "Trinta Lumes"

Un sueño hecho realidad que aún no se cree. Así describe su experiencia en la Berlinale la cineasta gallega Diana Toucedo, tras ver su nombre en multitud de periódicos internacionales. La realizadora transita entre el documental y la ficción al retratar O Courel en su primer largometraje, "Trinta lumes", que fue estrenado en el prestigioso festival de cine. Los 'lumes' del título no se refieren a los incendios que asolaron Vigo y Galicia hace unos meses, sino a esa otra acepción popular que identifica cada familia en activo con una lumbre. En este caso son treinta vidas, que numeran a los escasos niños que quedan. Dos de ellos -sus protagonistas- pisaron junto a Diana Toucedo la alfombra roja de la 'Berlinale'.

-¿Cómo se siente después de mostrar a un público internacional la vida de los habitantes de O Courel bajo su mirada?

-Estar en la Berlinale, uno de los mayores festivales de cine a nivel mundial, es algo con lo que siempre sueñas pero que nunca crees que vaya a llegar. Acceder con esta primera película, hecha de una manera artesanal, tan poco comercial, en la narrativa, rodada con tanto cariño y después de tantos años? ha sido fantástico. A la proyección [anteayer] llegué con esa incógnita, ¿cómo el público internacional podría recibir una película con elementos tan locales y de un humor, un ser, y un saber tan gallego. No tenía ni idea de cómo podía reaccionar, y fue increíble. La sala estaba llena. Colgamos el sold out. El silencio era total, pero se rieron en muchos momentos en los que no me lo imaginaba. Fue espectacular.

-Certifica, por tanto, que el humor gallego tiene amplitud mundial.

-Completamente. Hubo un momento en que dos mujeres están pelando un pollo, y mantienen un diálogo que quizás no sea humorístico, pero la gente se reía. Hubo detalles con los que me sorprendí, muy positivamente. Por ejemplo, ver a los espectadores conectadísimos, entendiéndolo todo. Tuve la oportunidad de hablar con una chica de Turquía, un griego y otra búlgara y todos me dijeron que en el fondo, había algo de todos ellos en la película; que reconocían lugares rurales de sus países. Eso me pareció bellísimo. Poder en el fondo hablar desde O Courel, con una historia tan nuestra, y conectar con algo tan universal que pertenece a todas las culturas.

-Dos protagonistas han acudido al Festival. ¿Cómo lo han vivido?

-Todo O Courel está expectante. Lo mejor es que nos hemos traído a Alba y Samuel, los dos protagonistas de la película Y estaban radiantes sobre la alfombra roja. Mi primera intención en cuanto lo supe, fue llamarles. Están entusiasmados con la Berlinale, no dan crédito. Incluso ayer Samuel decía "estamos sendo os embaixadores do Courel polo mundo"... están en una nube, pero encantadísimos. Se lo están pasando bien. Y yo alucinada con la potencia de actorazos que tienen!

-Cuando rodó "Trinta Lumes", además de la historia de una tierra y un tiempo que pelean por sobrevivir, su película abordaba una conexión más espiritual con la muerte. ¿Los actores han entendido que quería reflejar esa parte?

-Fue una de las preguntas que le hicieron a Alba en la sala. Iniciamos la película desde un lugar muy documental, observacional. Y luego la película también fue hecha desde la sala de montaje. Cuando entré en la sala de edición me di cuenta de que los temas que había querido o intentado abordar en el rodaje debían de estar mucho más presentes. Son los que me obsesionan: saber más sobre lo que no es visible pero puede existir; algo más espiritual, ancestral, incluso místico podríamos decir. Esa lucha entre la vida y la muerte para mí también está allí. La cuestión que preguntaron a Alba fue como ella sentía la película ahora y respondió de una forma muy bonita: que la forma en la que habíamos trabajado fue intuitiva (sé como eres habitualmente). Todas las dudas y curiosidades que la película intenta reflejar, en el fondo están en ella. Alba en ese momento también tenía una gran fascinación por conocer lo que podía ser la muerte, todo lo que fueran presencias, fantasmas, lo no visible. Aunque al final, le hemos dado una escritura más de ficción a la película, en el fondo está conectando muchísimo con lo que las personas de o Courel y Alba mismo es. He intentado tejer un poco más la historia para hacerla más cinematográfica.

-¿Por qué ese lugar?

-Ocurre en O Courel como en muchos otros sitios en Galicia: podemos encontrar un mundo que no está sometido a los cánones de una sociedad muy tecnológica. Acercarnos a nosotros mismos y a partir de ahí cuestionarnos nuestra percepción.

-¿Qué recorrido le augura a partir de ahora a su cinta?

-Estamos muy abiertos a lo que vaya ocurrir a partir de estos días. Ya podemos anunciar que en China han querido comprar la película y ya estamos haciendo un trato con una gran compañía del país que lleva estrenos en salas. Nuestra intención es hacer un recorrido por festivales y después tratar de llegar a las salas.

-¿Podría darse la paradoja de que se proyecte en salas chinas antes de verse en España?

-Podría ser. Se trata de un distribuidor chino que tiene un catálogo de películas europeas bastante amplio. De la película han dicho que es muy oriental, por la construcción del tiempo y el espacio, aun siendo dos mundos aparentemente tan alejados. Creo que entenderán la película a la perfección.

-Para su próximo proyecto vuelve su mirada hacia el mar.

-Llevo mucho tiempo gestándola y lo retomaré en breve. He rodado una parte: me he ido a un barco pesquero gallego, en realidad 'semi gallego', de Huelva y de Argentina, con sede en el sur de la Patagonia. He estado un mes y medio rodando en altamar y el protagonista que va a llevar la narración es el capitán de este barco, que es mi padre. La historia, por un lado, nos pertenece mucho por cercanía: es el mundo de la pesca y el mar. Por otro, yo me quería adentrar en esta historia por una cuestión personal: mi padre ha estado, en el fondo, ausente toda su vida por haber trabajado en altamar, por Europa, Canadá, al sur de África y ahora 18 años en Argentina. Quería tener la oportunidad de irme con él, de compartir, desde dentro, cual había sido toda su vida, y también cuál había sido toda mi vida sin él; una aventura tremenda desde el punto de vista emocional.

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