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Laura Zúñiga: "Mi madre me dejó un gran vacío: fue muy duro cuando la asesinaron"

"Las empresas llegan e invaden los territorios y están resguardadas legalmente por todos los fraudes llevados a cabo con el golpe de Estado"

Laura Zúñiga. // Irma Collín

Berta Cáceres fue una de las activistas más influyentes de los últimos años en Honduras, pero desgraciadamente su lucha se truncó cuando la asesinaron, hace dos años. El juicio para esclarecer no solo quiénes la mataron sino también quiénes fueron los cerebros que maquinaron el crimen está a punto de comenzar. Su hija Laura Zúñiga ha tomado el testigo y narra ahora de visita en España su experiencia personal a diferentes instituciones, pormenorizando cuál es la lucha ahora de los pueblos indígenas en Honduras.

-¿Cómo fue la muerte de su madre, como hija y como activista hondureña?

-Mi madre, Berta Cáceres, llevó adelante una lucha activista muy importante en favor de los pueblos indígenas de mi país. Fueron 23 años de lucha y ahora sus hijos seguimos manteniendo esa filosofía de vida. Trabajando desde COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) en favor de los pueblos, de las mujeres, en contra de la implantación de empresas extractivas que llegan y destruyen la tierra. Mi madre dejó un gran vacío como madre, fue muy duro cuando fue asesinada por los sicarios, pero preferimos ver su vida como una experiencia, como un modelo a seguir y para que las mujeres hondureñas puedan vivir en una sociedad feliz. Para nosotros lo lindo de nuestra madre es que creía en lo que hacía, era una mujer con unos profundos valores y principios éticos. No entiendo otra forma de vivir que no sea en la lucha que ella me enseñó.

-¿Cuál es el estado actual en el que se encuentra Honduras en cuanto a la lucha medioambiental?

-En Honduras y en América Latina en general se ha instalado un modelo extractivo con una forma de trabajo salvaje, en la que somos nosotros los que estamos obligados a ceder todos nuestros bienes y productos. Las empresas llegan e invaden los territorios indígenas. Esta situación se ha agravado desde el golpe de Estado del año 2009, cuando este modelo además comienza a sostenerse bajo la violencia. Se militariza la población y aumentan los sicarios.

-¿Se cuida a las empresas y se maltrata a los indígenas?

-Cuando las empresas llegan a Honduras con sus proyectos lo que se hace es que se las cuida; además están resguardadas legalmente por todos los fraudes que se han llevado a cabo durante el golpe de Estado. Uno de los pueblos que más sufren es precisamente el pueblo lenca, que lleva resistiendo más de 500 años y que debe servirnos como ejemplo para seguir adelante y para concienciarnos de que se puede sacar a las empresas extractivas, aunque sea complicado.

-¿Vive con miedo tras el asesinato de su madre?

-Toda la familia y los activistas podríamos vivir instalados en el miedo porque hay razones suficientes para pensar que otro asesinato puede pasar. Constantemente recibimos amenazas, mi hermana sufrió un atentado el pasado mes de junio. Pero hemos decidido que el miedo no nos paralice, porque eso es lo que ellos quieren y nosotros no lo vamos a permitir.

-¿En qué punto se encuentra el proceso judicial para esclarecer quiénes fueron los sicarios de su madre?

-Estamos a la espera de la apertura de juicio, ahora que se cumplen dos años de su muerte. Hay ocho personas detenidas, pero lo que también necesitamos saber es quiénes fueron los cerebros del asesinato. Es tan importante conocer a los autores materiales como a los intelectuales.

-¿A qué se debe su visita a España?

-Hemos venido a hablar con diferentes instituciones de cómo va el proceso de Berta Cáceres y de cómo nosotros seguimos creyendo en la gran importancia que tiene la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. El recibimiento ha sido maravilloso y sentimos que el pueblo español está con nosotros en esta lucha.

-¿Cómo recuerda el día del asesinato de su madre?

-Fue un día muy difícil para nosotros. No solo perdíamos a nuestra madre, también a una persona que aportaba luces para trabajar con las poblaciones más desfavorecidas. Sin duda es una pérdida que sigue doliendo.

-¿Confía en poder ver el cambio de política que tanto reclaman y por el que luchan para Honduras?

-Nosotros vamos a seguir trabajando y participando en jornadas de resistencia. Estamos superseguros de que después de tanta lucha vamos a cambiar el modelo de nuestro país. Sabemos que es una lucha muy complicada, y a veces dolorosa, pero si no creyera en lo que estoy haciendo, en los principios que me inculcó Berta Cáceres, no sería capaz de seguir luchando por esto.

-¿Habrá justicia para Berta Cáceres?

-Estamos en la lucha.

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