Los obispos españoles condenaron ayer y mostraron su repulsa hacia el "blasfemo" pregón del humorista Carlos Santiago en el carnaval de Santiago de Compostela, en el que hizo sátira del Apóstol y la Virgen del Pilar. "Nuestra solidaridad y oración con la Archidiócesis de Santiago de Compostela en la repulsa y condena del blasfemo pregón del carnaval de esta ciudad. La libertad de expresión no puede amparar el ataque a los sentimientos religiosos. 'Basta ya!'", reza el mensaje publicado por el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, en la red social Twitter.

Asimismo, en otro tuit posterior, los obispos mostraron su solidaridad con la Archidiócesis de Zaragoza e hicieron suyo su comunicado de condena ante las "injurias del sacrílego pregón del carnaval de Santiago de Compostela".

Por su parte, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y el Cabildo de la SAMI Catedral expresaron su "profundo sentimiento de pena" por el pregón e invitan mañana sábado a un "acto de desagravio" al apóstol Santiago y a la virgen del Pilar, que consistirá en una Vigilia de Oración, a las 17.30 horas, en la catedral.

A través de un comunicado de prensa, "haciéndose eco del sentimiento de los católicos y personas de buena voluntad" de "Santiago y otros lugares", la Catedral de Santiago ha trasladado su "profundo sentimiento de pena por un hecho tan deplorable como el ocurrido en el pregón de las fiestas de Carnaval de este año 2018".

"No es de recibo que se pueda despreciar gravemente la figura del apóstol que da nombre y hace presente a su ciudad en el mundo entero", reprochó la Catedral de Santiago. Así, subrayó que "Santiago y la virgen del Pilar están vinculados a la memoria y a la vida de esta ciudad y a todos los Caminos que conducen al sepulcro del apóstol". "Sin ellos no seríamos lo que somos en los distintos ámbitos de la sociedad, la cultura, la espiritualidad, etc...", añadió.

Por ello, defiende que "la Iglesia Compostelana ha sido, y quiere seguir siendo, un espacio de encuentro, diálogo y acogida con todos aquellos que desean construir un mundo más justo y fraterno".

El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, enmarcó, sin embargo, "dentro de la sátira y la crítica" y también "en los límites del humor" el pregón de Carlos Santiago. "Mucha gente está hablando, pero pocos han tenido la oportunidad de escuchar el pregón. Está contextualizado dentro de la sátira y crítica de un espacio de Carnaval y dentro de los límites del humor, que no siempre tienen que gustar", dijo, para lamentar la "ola represiva que intenta regular la libertad de expresión y los derechos fundementales" que a su juicio subyace tras las críticas vertidas por el PP y la Iglesia.