Joaquín Balboa es uno de los 73 gallegos que sobrevivieron al horror de un campo de concentración nazi. Su historia es una pieza más para componer el puzzle de la infamia perpetrada por Adolf Hitler y sus acólitos. Desde ayer forma parte del proyecto Deportados.es, que se dedica a recopilar las peripecias vitales de los 9.000 españoles que pasaron por estos recintos de la muerte.

Balboa, definido como el "peluquero de Mauthausen", cuenta ya con su espacio en el citado sitio web; es el 78º deportado que se incluye en este proyecto, nacido por iniciativa de unos familiares de uno de esos republicanos en campos nazis, Antonio Hernández. Tras investigar la vida de su "tío de París", comenzaron a hacer lo mismo con otros presos.

A diferencia de otras víctimas del terror nazi cuyas historias se perdieron en el olvido, la memoria de Joaquín Balboa, militante socialista de Monterrei, ya había sido homenajeada antes. En 2016 incluso se le dedicó una exposición en su pueblo natal.

Joaquín Balboa García (1908-1994), barbero natural de Estevesiños (Monterrei), llegó al infierno de Mauthausen en el mes de abril de 1941 junto con otros 9.000 republicanos españoles huidos de la Guerra Civil.

Joaquín vivía en Barcelona y, según Heladio Anxo Fernández, coordinador del tributo al preso, era un militante socialista que decidió meterse como guardia de asalto. El bando republicano acabó perdiendo Cataluña y no tuvieron otra opción que atravesar los Pirineos hasta que fueron atrapados. Finalmente, el preso número 3833 de Mauthausen volvería a recuperar su nombre de pila el 5 de mayo de 1945.

El barbero de Estevesiños acabaría muriendo de forma natural en tierras verinesas en 1994.