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Adela Cortina: "La corrupción desmoraliza y es lo peor que le puede pasar a una sociedad"

La catedrática advierte de la necesidad de tomar medidas "serias" contra los delitos de odio

La catedrática Adela Cortina. // Fernando Bustamante

- Usted es la "madre" de la palabra del ano 2017: aporofobia. Explique su significado.

-Se habla mucho de xenofobia, de islamofobia... todo el mundo de las fobias y me preguntaba si lo que molesta son los extranjeros o los extranjeros pobres. Porque no molestan los turistas, pero sí quienes saltan la valla de Melilla. Se ha batido el récord de turistas y se da como una gran noticia, pero si llegan en patera o la cuestión de los refugiados en el Mediterráneo, pues es un problema. Era necesario buscar la palabra que definiera ese recelo al pobre y compuse aporofobia. La ofrecí a la RAE pero no les preocupó mucho y la Fundeu del español urgente la ha señalado como palabra del año. El Ministerio del Interior ya la usa para definir el delito de aporofobia, que es el odio al pobre.

- Por qué culpamos al pobre si es una víctima del sistema?

-Tenemos esa tendencia a despreciarlo o rechazarlo. Nuestro cerebro pone entre paréntesis aquello que nos molesta o no nos produce beneficio. Hay autores que dicen que nuestro cerebro es xenófobo. Nuestras sociedades son contractuales, te doy y tú me das, pero ¿qué pasa con quien parece que no puede dar nada a cambio, sino que solo va a plantearte problemas? Lo primero que pensamos es qué hacemos con ellos, donde los ponemos o que si llegan más no daremos abasto y los llevamos a los CIES, que son un horror. Si vienen pero no dan ningún beneficio ni económico, ni social, pues molestan. Pero ocurre también con las familias, nos acercamos más al pariente de éxito y bien situado que al familiar pobre.

- Ese recelo al diferente está en la base de los nacionalismos?

-Sin duda. El recelo al diferente puede ser cultivado o disminuido porque nuestro cerebro es plástico. Diferentes somos todos y la diferencia es una riqueza. Lo bueno es articular la riqueza de manera que nos beneficiemos todos, pero hay quien manipula el recelo al diferente y lo interpreta como un abismo entre nosotros/ellos.

- ¿Es lo que pasa en Cataluña?

-Sí. Sin ir mas lejos. Ese es el problema. Cuando se tiene un sentimiento se puede cultivar y es estupendo decir usted es catalán, usted es valenciano, pero hay mucho que nos une a todos y lo que hay que hacer es sacar el beneficio común. Pero hay quien lo utiliza para crear un abismo entre nosotros, -que solemos sentirnos superiores- y ellos, que vemos inferiores.

- Qué papel juega la política?

-Es fundamental. Los políticos están jugando muy mal. Están cultivando todos esos sentimientos de recelo y de rechazo cuando tendrían que cultivar todo lo contrario. Que hables una lengua distinta o tengas costumbres diferentes, tampoco es tan sustancial. Los políticos tienen que tener una dimensión ética. En las decisiones unilaterales no hay justicia. No puede ser una solución sin tener en cuenta a las 17 autonomías. Creo que la solución es jurídica porque el Estado tiene que defenderse con las leyes y no hay más remedio que atender a lo que dicen los tribunales pero también con el dialogo. Pero si el diálogo es poner sobre la mesa la independencia unilateral, no hay nada que hacer.

- Usted figura entre los comparecientes en el Congreso para hablar de reforma territorial. ¿Qué cambios plantearía?

-El modelo autonómico actual no es malo. Las autonomías tienen más competencias que los lander alemanes y creo que se pueden aumentar y además articular las relaciones entre ellas. Pero si tiene que hacerse algún cambio tiene que ser para que cualquier ciudadano español esté igualmente tratado en cualquier comunidad desde el punto de vista de la financiación, de los derechos sociales, políticos y culturales.

- ¿En un Estado federal?

-No veo que una solución federal sea muy diferente a lo que ya tenemos. No veo en que va a cambiar. Sería un Estado de las Autonomías profundizado. Pero veo problemas porque en un sistema federal tiene que haber estados. ¿Vamos a convertir a todas las autonomías en Estados? Todas tienen su singularidad. ¿Quién sería Estado? ¿Murcia o La Rioja van a ser Estado? Sinceramente no he visto nadie que haya dicho cuántos estados vamos a tener.

- ¿La reforma de la Constitución es necesaria?

-Hay cuestiones muy urgentes que no necesitan una reforma constitucional. Por ejemplo, la financiación. Se puede hacer ya. Deberíamos avanzar. Hay problemas como el desempleo, las pensiones o temas como que no nos estamos preparando para el futuro. Cuestiones como la digitalización, la robotización, que va a cambiar el mundo del trabajo. No nos ocupamos de nada de eso, ni estamos presentes en el contexto nacional e internacional. Todo eso se ha descuidado y solo hablamos de Cataluña y de la Constitución.

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