Antes de cumplir los 30 ya había publicado en The Lancet, la segunda revista médica del mundo, un hallazgo diagnóstico y aplicado varias técnicas quirúrgicas de forma pionera. El currículo del cirujano torácico Andrés Obeso (Vigo, 1983) no pasó inadvertido para el Cleveland Clinic de Abu Dabi, que lo fichó tras un exigente proceso de selección de casi dos años. Apenas un 2% de los más de 12.000 candidatos de todo el mundo fueron contratados.

"Era un tren que no podía dejar pasar. Pertenezco a la generación a la que nos pilló la crisis en el momento de acceder al mercado laboral y en España no había estabilidad ni se abrían muchas puertas. En cambio, uno de los mejores hospitales del mundo estaba interesado en mí. Mirando hacia atrás te das cuenta de que siendo persistente se consiguen las metas y llegas adonde habías soñado", reflexiona.

El Cleveland Clinic, uno de los de mayor prestigio internacional junto a la Clínica Mayo, abrió en 2015 su nuevo centro de Abu Dabi -"el primer hospital 100% estadounidense fuera del país"- en el que replica sus estándares de calidad y protocolos. Reúne más de 30 especialidades, una plantilla de 350 médicos, 365 camas individuales y las últimas tecnologías, además de ser una referencia en arquitectura hospitalaria.

El vigués se incorporó en septiembre de 2016 al Heart&Vascular Institute, el departamento que constituye la bandera del hospital pues durante más de dos décadas ha sido reconocido como el mejor servicio de cirugía cardiotorácica de EE UU. "Trabajamos en equipo las áreas de cirugía cardiaca, vascular y torácica. Y esto me permite mejorar mis habilidades también en otras especialidades", destaca Andrés, que estudió Medicina en Santiago, realizó su residencia en Vigo y trabajaba en el Hospital La Princesa de Madrid antes de desplazarse a Emiratos junto a su mujer Bárbara y su hijo Nico.

A igual que en España, la mayoría de los casos que atiende son cirugías de cáncer de pulmón: "El Cleveland Clinic es un hospital de última generación y tenemos a nuestro alcance la mejor tecnología para tratar a los pacientes de la manera más óptima. Utilizamos los robots quirúrgicos Da Vinci, cámaras e instrumental para cirugías mínimamente invasivas y quirófanos híbridos que nos permiten acompañar la operación de imágenes radiológicas para detectar nódulos pulmonares y poder extirparlos. En el Cunqueiro van a abrir el primero de España, aquí tenemos tres".

Y es que su presupuesto, compara Andrés, triplica el más elevado de los grandes hospitales públicos españoles y además tiene un número de camas muy inferior. Pero en cuestión de formación el vigués reivindica la excelencia de nuestros profesionales. "La calidad de los cirujanos torácicos españoles y gallegos es reconocida en todo el mundo. He trabajado en hospitales de Reino Unido, Francia o en el Mount Sinai de EE UU y lo que se hace en nuestro país es de muy buen nivel", aplaude.

De hecho, hay varios españoles en los distintos servicios del Cleveland Clinic, que reúne más de 80 nacionalidades. "La mayoría de los médicos y cirujanos son estadounidenses, pero también hay europeos. Un día en la UCI se me presentó un enfermero gallego que resultó ser de Vigo y hasta teníamos amigos en común", relata.

Esta multiculturalidad es también uno de los atractivos de Abu Dabi: "Es una experiencia muy positiva conocer otra cultura y hacer amigos de muchísimos países en un ambiente tan internacional. Nuestro hijo de 3 años ya habla inglés mejor que yo y cuando empiece en el colegio estudiará árabe".

Hasta la apertura del Cleveland Clinic, el Emirato costeaba los gastos de las operaciones de sus ciudadanos en otros países. Los pacientes deben disponer de un seguro médico, pero en el caso del Heart&Vascular Institute el centro y el gobierno han alcanzado un acuerdo para atender a todas las personas que lo necesiten, aunque no tengan cobertura. Muchos son trabajadores de la construcción originarios de India o Pakistán. "También somos el centro de referencia en el Golfo Pérsico y nos llegan pacientes de Arabia Saudí, Omán o Kuwait", añade.

El pasado diciembre, el hospital realizó con éxito el primer trasplante de corazón en los Emiratos Árabes y Andrés confía en participar en el primero de pulmón que afronte su departamento. Tras alcanzar los máximos estándares de calidad clínica, el centro dará ahora el salto a la investigación, los ensayos clínicos y la docencia.

El ritmo de trabajo es "muy exigente" y Andrés realiza habitualmente jornadas de 12 horas: "Y también tenemos auditorías internas semanales o cada 15 días para valorar nuestra calidad asistencial. Todo se analiza al milímetro. Pero cuando uno hace lo que le gusta todo se lleva mejor".