El Ayuntamiento de Ámsterdam se pone estricto con el comportamiento que los turistas deben tener en el Barrio Rojo, uno de los puntos más emblemáticos y visitados de la ciudad.

A partir de abril, los guías turísticos que conduzcan a los grupos no podrán mostrar los escaparates en los que su ubican las prostitutas. También deberán asegurarse de que los turistas de la espalda a las vitrinas y no sacan fotos a las mujeres, informa la prensa local.

La medida forma parte de la guerra abierta por las autoridades locales contra la masificación turística de la ciudad, que en los últimos años ha experimentado un gran en el flujo de visitantes. Así, las visitas organizadas no podrán incluir el consumo de alcohol y drogas en sus ofertas y tampoco se podrán parar en puentes y entradas de tiendas, durante su horario de apertura.

Estas normas se aplicarán tanto a los grupos a pie, como a los de bicicleta o segway, en los que participen más de cinco personas y, además, se prohibirán las visitas de más de 20 personas. Los guías y las compañías que incumplan la normativa se enfrentarán a duras multas, asegura el Ayuntamiento.