Cajeros automáticos convertidos en máquinas tragaperras con premio seguro por obra y gracia de cibercriminales. Eso ha ocurrido en Estados Unidos, según informó ayer el diario británico "The Guardian", que cita al Servicio Secreto estadounidense y a dos de los mayores fabricantes de cajeros automáticos, Diebold Nixdorf y NCR, para describir máquinas controladas remotamente que escupen hasta 120 billetes por minuto. La práctica delictiva ya tiene un nombre, jackpotting, en alusión al jackpot, como llaman los americanos al bote de sus sorteos de lotería.

Según "The Guardian", Diebold Nixdorf y NCR enviaron una alerta a sus clientes el pasado fin de semana, pero en ella no identificaron a las víctimas de esta práctica ni especificaron qué cantidad de dinero fue la robada.

El Servicio Secreto de Estados Unidos, creado en el siglo XIX para impedir la falsificación de moneda, comenzó avisar a las entidades financieras sobre este delito la semana pasada. Al parecer, comenzó a realizarse en México el pasado año.

Para tomar el control de un cajero de esta forma, los delincuentes necesitan acceder físicamente a la máquina, empleando aparatos electrónicos especiales, software malicioso ( malware) y un endoscopio. En 2013 utilizaron un malware llamado Plotus-D, que permite descargar miles de dólares en cuestión de minutos. Y en 2016 una docena de cajeros fueron atacados de forma remota en Europa.