Atenas. Dos hermanos, Hipólita y Leónidas, están enamorados, aunque su padre, un avaro recalcitrante, no acepta a ninguno de los dos pretendientes. Y claro, Hipólita quiere fugarse con Tíndaro pero sin renunciar a su dote, y Leónidas quiere escaparse con Gimnasia, antes de que un tal Degollus, que la ha comprado, se la lleve. ¿Y cómo conseguirán sus fines estos dos hermanos? Pues como siempre: mintiendo, para lo que contarán con la ayuda de su aliado más fiel, el esclavo Calidoro (Pepón Nieto), que miente como ninguno en "La comedia de las mentiras", montaje inspirado en textos de Plauto que dirige Pep Antón Gómez y que llegará al Auditorio Mar de Vigo el próximo 2 de febrero (21.00 horas). Completan el elenco Paco Tous, María Barranco, José Troncoso, Angy Fernández, Marta Guerras y Raúl Jiménez.
-¿Hay alguien que no mienta en esta comedia?
-Aquí todos mienten continuamente. Todo lo que buscan lo consiguen mintiendo y utilizan al criado de turno, que soy yo, para que les ayude. Calidoro es un personaje que miente con mucha desfachatez y muy poca vergüenza.
-¿Por qué miente Calidoro?
-Para conseguir lo que quiere y para sobrevivir. Hipólita y Leónidas son dos pijos de la época greco-latina que consiguen todo mintiendo y que usan a Calidoro para que los ayude. Los llamo pijos porque son dos niños caprichosos, engreídos, que se pelean todo el rato entre ellos y que quieren conseguir todo a costa de lo que sea.
- ¿La mentira es necesaria?
-Vivir con un nivel de sinceridad absoluto sería muy cruel. Que todo el mundo te dijera lo que piensa a la cara? Creo que hay que engrasar la vida con un poco de mentira "piadosa", para subsistir.
-¿Hay hoy más mentirosos que en la época de Plauto?
-Siempre se ha mentido, lo único que pasa es que ahora hay medios de comunicación, internet... y las mentiras se ven muy claras, sobre todo en el telediario de cada día. Cada político que sale miente y cada vez miente más, y nos tragamos las mentiras y los seguimos votando. Parece que nos gusta que nos mientan
-¿Usted cree?
-A mí no me gusta nada que me mientan y estoy seguro de que no debería ser así, pero cuando nos llega la hora de votar parece que se nos olvida todo y todas las mentiras que nos han contado nos las tragamos dobladas.
-La obra se estrenó en el Festival de Teatro Clásico de Mérida. ¿Cómo es estrenar allí?
-Maravilloso. De hecho, fue un encargo del festival. La primera vez que actué allí fue con "El eunuco" y nos pasó lo mejor que nos podía pasar: llenamos los cinco días, al público le encantó y tuvo muy buenas críticas, así que pensamos que esta vez no nos iba a pasar lo mismo, pero nos programaron diez días y batimos todos los récords de asistencia de la historia del festival. Esta es una comedia pura y dura, un divertimento, y estamos contentos porque ese objetivo, que no es poca cosa, lo estamos cumpliendo desde que estrenamos. Es un gusto actuar con los teatros llenos y ver reír a la gente desde sus butacas.
- Con sinceridad, ¿qué situación vive el teatro?
-Decimos que el teatro está en crisis desde la época de los griegos, pero es cierto que el 21% de IVA hizo que se perdiera mucho tejido empresarial dedicado al teatro. Y ahora, la bajada al 10% está animando la situación. Yo creo que cuando las funciones gustan, el boca a boca funciona. En esta gira estamos actuando con los teatros siempre llenos y esto hay que agradecérselo al público, que se rasca el bolsillo para ir a verte. Creo que en una época de tanta plataforma digital y tantas cadenas, de tanto sofá, se está recuperando el gusto por el directo; de repente, da gusto salir de casa y ver un espectáculo que es único e irrepetible.
-¿Por eso usted como actor también prefiere el teatro?
-Me gusta hacer de todo porque todo es lo mismo en realidad: crear un personaje, montar una historia, hacerla cercana y creíble, y que ese personaje te haga reír o llorar. Lo que tiene el teatro es que no cortas y vuelves a empezar, lo que hace te sientas que eres tú quien cuenta la historia.
-¿Alguna vez ha rechazado un papel?
-Yo creo que eso no le pasa a casi ningún actor de este país. Te ofrecen una película y a poco que el personaje tenga alguna chicha que sacar la haces. No estamos en una situación como para estar esperando a que llegue el guion de tu vida porque el guion de tu vida siempre está por llegar. Cuando me preguntas cuál ha sido mi personaje preferido siempre contesto que es el que estoy interpretando ahora mismo porque en esta profesión no sirven los currículos. No te sirve de nada haber estado muy bien hace dos años y haber ganado no sé cuántos premios. Tienes que convencer ahora, en la función de hoy.
