Los obispos han reivindicado el "periodismo de prestigio" y a los periodistas "servidores de la verdad" frente a la posverdad, las redes, las noticias "al servicio de ideologías" y las cifras de audiencias, durante la entrega de los Premios ¡Bravo! 2017, que se celebró ayer en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en Madrid.

Entre los premiados se encontraban el corresponsal de guerra Antonio Pampliega, reconocido en la categoría de Prensa, que pasó diez meses secuestrado en Siria por milicianos de la filial local de Al Qaeda, y los periodistas Julián del Olmo (Premio ¡Bravo! Especial), Pepe Domingo Castaño (Premio ¡Bravo! Radio), y el director de Los Desayunos de TVE, Sergio Martín (Premio ¡Bravo! Televisión).

El obispo electo de Getafe y presidente de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, Ginés García Beltrán, subrayó que una de las dificultades con las que se encuentra la comunicación en la actualidad es "la proliferación de noticias al servicio de ideologías".

"Intereses particulares"

"El riesgo permanente de comunicar nuevos escenarios que no responden ni a la realidad de lo que ocurre ni al interés de las personas ni al servicio público. Es comunicación al servicio de intereses particulares que fácilmente desembocan en división, separación y enfrentamiento", advirtió García Beltrán.

En este sentido, precisó que, aunque "la polémica da más réditos de audiencia", también deja "una sociedad deshilachada y menos cohesionada". Por ello, invitó a "superar el discurso del enfrentamiento" en los medios de comunicación.

También avisó de otra "dificultad" como "la aparición de una nueva verdad definitiva absoluta, indiscutible: la posverdad" que "no tiene vínculos con la realidad sino con los sentimientos, los deseos, los consensos y las apetencias"; y de la expansión de la comunicación a través de las redes sociales, los "filtros burbuja", tal y como se refirió a ellos, que "limitan el conocimiento del mundo".