Francis Franco se ha sentado hoy en el banquillo de los acusados de Teruel. El nieto del dictador, para el que se piden seis años de prisión, ha acudido al juicio por las acusaciones de atentado contra la autoridad por embestir a un coche patrulla de la Guardia Civil, conducción temeraria y lesiones en el 30 de abril de 2012.

El hermano de Carmen Martínez-Bordiú ha negado los hechos categóricamente asegurando que el día que se produjo el incidente no se encontraba en Teruel, lugar donde tuvieron lugar los hechos. Según el sumario, durante la madrugada de dicha fecha una patrulla intentó detener en la carretera a un vehículo Toyota Hilux que circulaba sin luces, pero el conductor hizo una maniobra marcha atrás con el todoterreno embistiendo al coche de la Guardia Civil, arrastrándolos varios metros y dándose acto seguido a la fuga.

Uno de los agentes declaraba haber reconocido a Francis Franco como conductor. La investigación desvela que el coche está registrado a nombre de una empresa de un hijo del nieto del dictador. El conductor habitual del vehículo es un empleado de origen rumano, quien también negó que fuera el conductor, acusando a otro compañero al que nunca se localizó.

En 2014 Francis Franco ya defendió delante de un juez que ese día no se encontraba en Teruel, sino en Madrid. Su abogado aseguraba que podía demostrarlo con testigos y facturas. Pero aun así, el magistrado abrió un juicio, que ha comenzado esta mañana con la presencia del hijo de Carmen Franco. En su testimonio Francis Franco ha continuado defendiendo su versión de los hechos y asegurando que no se encontraba en Teruel cuando sucedieron.