Varios países del centro de Europa sufrieron ayer las graves consecuencias de un temporal de lluvia y viento que dejó al menos tres muertos en Holanda, tres en Alemania y uno en Bélgica y que provocó el colapso en los servicios de transporte, con cancelaciones de cerca de unos 50 trenes de alta velocidad, que unen Bruselas y Alemania. Los vientos superaron los 120 km/h en Holanda.