Entre las conclusiones del estudio también figura una gastronómica muy ligada a la dieta gallega y que demuestra que la devoción actual por el marisco tiene su explicación histórica. Desde los tiempos de los pobladores de los castros, la degustación de marisco fue una realidad (como prueban los 'basureros' de conchas que se han encontrado en algunos poblados). Sin embargo, fue desde finales del siglo XIV hasta el XIX cuando el frío que asoló Europa -un periodo denominado 'pequeña edad de hielo' y que incluyó glaciaciones, los ríos como el Támesis se congelaban completamente- cuando los gallegos de la costa echaron más mano del marisco para sus menús por falta de comida convirtiéndose en uno de los pueblos de Europa más comedores de estos alimentos.

"Observamos que hay un patrón especialmente en la costa gallega de mayor consumo de productos marinos y de maíz menudo cuando el clima era peor. Hablamos de uno de los consumos más altos de Europa de productos marinos. Utilizaban ese recurso para sobreponerse a las condiciones climáticas malas", explica la viguesa Olalla López, investigadora de la Facultad de Biología de la Universidade de Santiago.

Este descubrimiento se realizó estudiando con isótopos estables los restos óseos de varias necrópolis para una reconstrucción de la alimentación de los individuos. "Tenemos áreas con individuos que pertenecen al periodo más cálido y más frío. Así, vemos cómo la población fue cambiando su alimentación", agrega.