Científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO), en sus centros de Tenerife y Vigo, han realizado ensayos que permiten mejorar la viabilidad de las larvas del pulpo común ('octopus vulgaris') en condiciones de cultivo, con lo que se producen nuevos avances que acercan esta especie a su cultivo comercial.

Se trata del proyecto 'Octowelf', que busca mejorar las condiciones de cultivo, alimentación y nutrición de las paralarvas; y, bajo la coordinación del IEO y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cuenta con la colaboración de las universidades de Granada, Vigo y La Laguna.

Según el IEO, aunque aún no se ha cerrado el ciclo en cautividad a nivel comercial del pulpo, estos ensayos han conseguido "porcentajes de supervivencia superiores a estudios previos" y "un crecimiento notable de estas larvas, lo cual ha permitido que éstas inicien la fase de asentamiento", esto es, cuando la paralarva deja la vida plantónica y entra en fase bentónica, donde desarrolla la fase juvenil y adulta.

Este estudio es uno de los que se están realizando en el mundo para tratar de dar con la manera de domesticar esta y otras especies de cefalópodo y criarlas en cautividad, ya que "son una fuente de proteína cada vez más demandada y las pesquerías mundiales de estas especies han incrementado sus capturas durante los últimos años de una forma significativa".

No obstante, los requerimientos alimentarios durante las primeras fases de desarrollo "son difíciles de obtener" y aún no se ha conseguido formular una dieta adecuada. Por ello, el IEO apunta que "queda mucho para su cultivo integral" y en la actualidad lo que se comercializan son especies de cefalópodos engordados en jaulas tras ser capturados en el mar.