El 90% de los profesores viven situaciones de violencia en sus centros de Primaria y Secundaria españoles, según una encuesta del sindicato de funcionarios docentes CSIF, cuya presentación coincide con la aprobación de la reforma del Observatorio de Convivencia Escolar en el Consejo de Ministros.

Peleas, insultos, vejaciones entre los alumnos, vandalismo, destrozos de material, conflictos con componente racista y enfrentamientos a través de las redes sociales son las situaciones de violencia más habituales descritas por los 2.000 docentes encuestados.

Estos profesores advierten también de las amenazas que sufren por parte de las familias, además de la falta de respeto, de reconocimiento de la autoridad docente, violencia psicológica, situaciones de indefensión y falta de apoyo por parte de la Administración educativa, cuyo representante es el director. El estudio revela que más de la cuarta parte de los encuestados considera que la vida en el centro educativo "no es agradable" y que la disciplina es "insuficiente". Además, hay un 75% que cree que el profesorado tiene "muy poca" o "ninguna" autoridad.

El presidente nacional del Sector de enseñanza de CSIF, Mario Gutiérrez, ha apuntado que se trata, en su mayoría de una "violencia constante y soterrada", muchas veces "sutil", a la que tienen que hacer frente a diario los profesores españoles, aunque su máxima expresión se da en casos como el suicidio de un alumno que sufre acoso o la paliza a un docente. Asimismo, ha advertido de que estas situaciones son provocadas por una minoría, es decir por "dos o tres alumnos de una clase de 30", y por algunos padres, pero que, sin embargo, hacen "muy difícil" el desarrollo en condiciones normales de su tarea educativa. "Esta violencia de niños, que no se ha solucionado en su debido momento, genera luego grandes problemas en la sociedad cuando son adultos", aseveró Gutiérrez.

Los resultados de esta encuesta ponen de manifiesto que el 28% de los docentes que han participado en ella cree que la relación con los padres de sus alumnos son "muy malas", "no buenas" o "inexistentes" y que hay incluso un 17% que asegura que "no se lleva bien" con los estudiantes.