Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alejandro Pérez Fidalgo: "El cáncer se trataba por el tipo de tumor, ahora importa más el ADN del paciente"

"Una de las cosas más exasperantes de desarrollar un fármaco es lo que tarda desde que se descubre hasta que está disponible para el enfermo"

Alejandro Pérez Fidalgo, en un laboratorio. / Incliva

El médico Alejandro Pérez Fidalgo trabaja en el servicio de Oncología y Hematología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, y dirige un equipo de investigación de un medicamento para tratar el cáncer de mama

-Su equipo de investigación trabaja en un fármaco que parece ofrecer expectativas.

-Hemos realizado un estudio con una nueva terapia oral llamada inhibidor de AKT, que es un fármaco dirigido contra una mutación presente en varios tumores, entre otros el cáncer de mama y tumores ginecológicos. El estudio es novedoso, y ahonda en un cambio de paradigma. Antes tratábamos a los tumores por igual sobre la base del órgano en el que se originaban. Es decir, todos los tumores de mama, o todos los de ovario, se atacaban de una misma manera. Sin embargo, en los últimos años se ha identificado que la presencia de una alteración llamada biomarcador puede ayudarnos a predecir, y por tanto a seleccionar, qué pacientes se beneficiarán más de una terapia.

-¿En qué se basa la nueva estrategia?

-En que, a veces, un cáncer de mama y un cáncer de pulmón, pueden compartir un mismo biomarcador, y en estos casos, a efectos de tratamiento, estos dos tumores pueden tener más parecidos entre sí que con el resto de tumores de mama o de pulmón. Es un cambio de concepto: cada vez tendemos a tratar más en virtud a estos biomarcadores, es decir, en función del ADN de los pacientes, de las alteraciones que sufre el DNI genético del enfermo. El estudio que hemos publicado arroja resultados que sugieren que un biomarcador llamado mutación AKT1 puede seleccionar a pacientes subsidiarios de ser tratados con un inhibidor de AKT.

-¿Hasta qué punto se puede ser optimista?

-Son resultados prometedores, pero es un ensayo clínico en una fase muy inicial. El objetivo del estudio era fundamentalmente confirmar la seguridad del compuesto, y solo como objetivo secundario se consideraba evaluar signos de actividad. Debemos ser aún prudentes. No obstante, si en las siguientes fase de desarrollo se corroborase su actividad sería un fármaco muy interesante, ya que en estos estudios ha demostrado ser aceptablemente tolerado sin algunos de los efectos secundarios de la quimioterapia, como por ejemplo la alopecia.

-¿En qué plazo podrían traducirse en un fármaco?

-Uno de los aspectos más exasperantes en el desarrollo de un fármaco es el tiempo que pasa desde que se descubre hasta que llega a estar disponible para el paciente. No obstante, también es entendible, porque es prioritario asegurarse de que una medicación cumple los mínimos de seguridad y de eficacia para poder administrarlo a los pacientes, y eso necesita tiempo. Encontrar el punto medio es a veces complejo. Los resultados de nuestro estudio todavía necesitan un largo desarrollo antes de que este fármaco pueda administrarse a los pacientes.

-¿En qué tipo de tumores sería aplicable?

-En principio, el estudio se ha realizado fundamentalmente en cáncer de mama y tumores ginecológicos, aunque también ha incluido una pequeña cohorte de pacientes con tumores sólidos que presentaban el biomarcador, es decir la mutación de AKT1. No obstante, esta alteración solo aparece en una baja proporción, en algunos casos en menos del 10%, de los tumores mencionados. Esto quiere decir que no podría ser aplicado indistintamente a todos los tumores de mama, sino solo a los que tuvieran la mutación. Esto implica un esfuerzo importante para realizar un cribado para identificar a los pacientes que podrían beneficiarse de esta medicación.

-¿Qué avances en terapias del cáncer podrían ser una realidad a corto y medio plazo?

-Las terapias dirigidas con otros compuestos contra tumores que expresen un determinado biomarcador ya son una realidad. Esto se inició ya con los tratamientos hormonales en el cáncer de mama con expresión de receptores de estrógenos y progesterona, pero en la actualidad existen múltiples ejemplos de cómo las terapias diana, o la llamada medicina de precisión, están ayudando de forma muy efectiva a combatir el cáncer. Más en concreto, en los últimos años, la inmunoterapia, es decir una familia de fármacos que despierta a nuestro sistema inmune para que combata activamente al cáncer, está dando muchas alegrías.

-¿Concibe la práctica de la oncología sin desarrollar una vertiente investigadora?

-La investigación es fundamental en la oncología, porque nos ayuda enormemente a complementar la visión de la enfermedad. Pero no debemos olvidar que la esfera asistencial también tiene una gran relevancia: se puede aprender mucho de nuestros pacientes, de sus preocupaciones, de sus síntomas, pues nos debemos a ellos. Investigación y asistencia deben caminar de la mano.

Compartir el artículo

stats