El arrendajo, un pájaro común en los bosques de la península ibérica, se ha convertido en uno de los posibles aliados para la reforestación de las 440.000 hectáreas que este año fueron arrasadas por los incendios en Portugal.

También conocido como urraca azul y cuyo nombre científico es el de Garralus glandarius, el arrendajo es un córvido que se caracteriza por comer ciertos frutos, como las bellotas o las castañas, que guarda bajo la tierra para tener alimentos a lo largo de todo el año. Es ésta precisamente la característica que quieren aprovechar desde la asociación ambientalista portuguesa "Montis", que ha desarrollado una campaña de "crowdfunding" para obtener fondos.

Según explicó a EFE una de sus responsables, Isabel Dos Santos, el pasado 27 de noviembre lanzaron la campaña para recaudar dinero que usarán para comprar las bellotas necesarias con las que, más tarde, los arrendajos harán la repoblación indirecta de robles en los montes arrasados por las llamas.

¿Por qué pueden ayudar a repoblar los bosques quemados de Portugal?

Estos pájaros, que sobresalen por sus tonalidades azules y grisáceas, almacenan bellotas en un radio mínimo de cinco kilómetros. Cada animal selecciona las mejores bellotas para su posterior consumo y cada invierno puede esconder en el suelo entre 3.000 y 5.000 bellotas que, a la postre, pueden ser potenciales robles, alcornoques o encinas. Dos Santos explica que muchas de esas bellotas que esconden son olvidadas por los propios pájaros y acaban germinando.

Los arrendajos suelen utilizar incluso las cotiledóneas de dichos brotes -sin perjudicar el crecimiento de la planta- para alimentar a sus crías durante la primavera. De esta manera "utilizaremos procesos naturales para el proceso de expansión de los robles, mediante el comportamiento de una especie de ave que posibilita una sementera muy barata", argumentó la especialista de Montis.

Para ello, Montis colocará diferentes tableros de madera en zonas altas (inaccesibles para los roedores que también comen bellotas) donde se introducirán las bellotas. Eso sí, antes de colocar los depósitos con los frutos, Montis se asegurará de que en dicha zona próxima a lugares incendiados habitan los arrendajos.

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Robles y alcornoques contra los eucaliptos

Esta iniciativa la pondrá en marcha en varios enclaves de la región Centro de Portugal, todos ellos muy perjudicados por los fuegos, tales como la Sierra de Arada, la Sierra de Freita y en un robledal de la comarca de Caramulo. En el inicio del otoño llegaron a colocar un primer tablero con bellotas para que fueran recogidas por los arrendajos, pero el pasado 15 de octubre, durante la oleada de incendios que calcinó miles de hectáreas en Portugal, dichas instalaciones fueron pasto de las llamas. Debido a ese contratiempo, el proyecto lo iniciarán la próxima campaña, cuando puedan recolectar las bellotas de roble de mejor calidad que, más tarde, usarán los arrendajos.

Este animal es capaz de transportar a distancias de más de cien kilómetros frutos como las bellotas, por eso es una de las mejores opciones para la propagación natural de este tipo de simientes, insisten desde Montis. En los últimos meses, una de las prioridades de Portugal es la repoblación de los bosques ardidos mediante árboles autóctonos que, a diferencia de los pinos y eucaliptos (más rentables), no favorecen la propagación de los incendios.

Los expertos consideran que la repoblación de los bosques lusos con robles y alcornoques es la mejor opción, frente al pino negro y el eucalipto, especies que no favorecen a la biodiversidad y son aliados de los incendios. En las últimas semanas, voluntarios y entidades ambientalistas también pusieron en marcha la iniciativa "Sembrar Portugal por Vía Aérea", que consiste en lanzar semillas, desde aeronaves, para repoblar los montes calcinados de zonas como la Sierra de Estrela.