Tiene nervios de acero y es prácticamente infalible. Por ello, el robot se ha convertido en un valioso aliado para la medicina. "No trasnocha, no se cansa, no hace guardias, no se altera y no le tiemblan las manos", afirma el neurocirujano vigués José Manuel Otero Vich, que hace doce años ya vaticinaba el importante papel que los sistemas robóticos iban a tener en el campo médico.

Otero Vich, pionero en Vigo en numerosos avances médicos, entre ellos la implantación de la primera unidad de medicina espacial de España, acaba de dar un paso más al inaugurar el primer sistema robotizado isocinético multiarticular de Vigo. Según el especialista, este sistema, considerado el más avanzado del mundo, es capaz de diagnosticar, tratar y documentar patologías de origen osteo-articular y neurológico que causan limitaciones físicas y funcionales.

"Lo que hace es un diagnóstico exacto de la patología que tiene el paciente y, de acuerdo a los parámetros que se obtiene del diagnóstico, a continuación hace la rehabilitación, tanto activa, es decir, en la que colabora el paciente, como pasiva (en la que la máquina hace todos los movimientos). Además, el tratamiento es totalmente indoloro", explica. El tratamiento de este sistema robótico se completa con fisioterapia y la terapia antigravitatoria que ofrece la medicina espacial, basada en la tecnología de la NASA.

Según el doctor Otero Vich, el sistema robotizado isocinético multiarticular está indicado especialmente para enfermedades osteo-articulares, aunque también se emplea en la medicina deportiva para tratar patologías complejas de rodilla. "Las lesiones de ligamento cruzado, además de requerir cirugía, son de recuperación muy lenta. Con este sistema, la recuperación es mucho más rápida", argumenta.

Otro campo donde también está demostrando su eficacia es en las patologías neurológicas. "Para mí esta es una de las claves porque las personas que padecen una enfermedad neurológica tienen muchas dificultades para caminar y esta tecnología les ayuda a restablecer la musculatura, fundamental para recuperar movilidad. Y también en pacientes que sufren parálisis en alguna parte del cuerpo debido a una trombosis o una embolia", añade.

Asimismo, se emplea con éxito en la medicina geriátrica y, más recientemente, en la pediátrica, especialmente con niños que tienen enfermedades que afectan a la musculatura y a la fuerza.

El especialista está convencido de que el futuro de la medicina robótica es imparable. "La mano del hombre estará siempre ahí, pero para técnicas muy exactas cada vez se emplearán más las máquinas porque te aportan toda la precisión que necesitas. Yo calculo que en 20-30 años la mitad de la plantilla de un quirófano serán robots. Pero no ese robot del muñequito, sino sistemas robotizados. No pensemos que el robot va a hacer el papel del cirujano, que siempre mandará sobre las máquina", afirma el responsable de esta clínica, a la que acuden los jugadores del Celta.