"El Códice Calixtino refleja la humanidad global. Seguramente, lo que más valoró la Unesco fue el triángulo histórico. Por un lado, el reconocimiento hace 30 años de la ciudad de Compostela como Patrimonio de la Humanidad (sus monumentos físicos); por otro lado, el Camino de Santiago, como itinerario cultural con reconocimiento a la propia ruta y los sitios históricos por donde transcurre. Esto supuso una pequeña revolución respecto a la concepción estática del patrimonio. En tercer lugar, llega este reconocimiento de la memoria de la humanidad a documentos", explica Francisco Buide, el Archivero de la Catedral de Santiago donde se custodia el Códice Calixtino. Este forma parte del Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco junto a otras 10 obras españolas entre las que figuran el Beato de Liébana del siglo VIII, la que presenta la datación más antigua.
Entre las últimas incorporaciones, aprobadas este año, figuran, además del Calixtino, el Archivo General de Simancas con documentos de la Corona española y el Archivo de Ramón y Cajal. Este es el que presenta los documentos más recientes.