Alice Guy (1873-1968) fue la precursora del cine actual al ser la primera en realizar una película sentando las bases de la ficción narrativa. La historia, como en otras muchas ocasiones, obvió su trascendental papel y otorgó a los hermanos Lumière, inventores del cinematógrafo, todo el reconocimiento. Por este motivo, todos conocemos, en mayor o menor medida a los Lumière pero no a Alice Guy, omitida como tantas otras a lo largo de los siglos.

Su historia no ha sido todavía contada en el cine ni tampoco en televisión, dos medios en los que, lamenta la actriz Berta Ojea, los papeles para las mujeres se reducen a ser objeto de deseo o cuidadoras. "Aunque las mujeres sean protagonistas son siempre objeto de deseo de un hombre que generalmente es el que desarrolla la trama y ella es casi siempre alrededor de diez años menor que él. A partir de los cuarenta, ese objeto de deseo desaparece y las mujeres pasan a tener el rol de madres, abuelas, criadas... de cuidadoras, al fin y al cabo. Los hombres continúan su carrera desde niños hasta el final de sus días con personajes pero las mujeres por esa brecha generacional no están realmente representandas en la industria audiovisual", subraya. "Sería mucho más sencillo educar en igualdad si los referentes que hay en el cine o la televisión fuesen referentes reales, hay que cambiar esos estereotipos", manifiesta.

La gallega Berta Ojea es secretaria de Igualdad de la Unión de Actores y Actrices y desde 2004 reivindica la igualdad en el sector. Próximamente, además, llevará esa labor a Vigo a través del I Congreso Cultura e Igualdad, que dirige.

También la Asociación de Actores e Actrices de Galicia cuenta con una comisión de Igualdade que trata de hacer frente a este problema. Al frente está la actriz Laura Míguez, que sufre la desigualdad también como empresaria. "Cuando estoy hablando con hombres y llega alguien nunca se dirige a mí. Hay que cambiar las cosas", insiste.

La presidenta de AAAG, Nieves Rodríguez, remarcó al respecto que "hay muchas historias anónimas sobre mujeres que se pueden contar y permitiría hacer más cercana esta profesión a la ciudadanía". Se encuentra al frente de la nueva directiva de la asociación que trata de impulsar la lucha contra la desigualdad y que también se reflejen a través de éste las vidas plenas de mujeres anónimas pero también de otras que contribuyeron de forma fundamental a nuestra historia.

En la misma línea se sitúa Mabel Rivera, una de las actrices gallegas más reconocidas, a la que curiosamente le llegó la popularidad a nivel nacional de forma "tardía", con un Goya por "Mar Adentro" a los 52 años aunque en Galicia ya era muy conocida por su papel de Balbina en "Pratos combinados".

En un buen momento profesional, Rivera echa en falta "otro tipo de papeles". "Tenemos mujeres en nuestra historia muy interesantes de las que se desconoce prácticamente todo", lamenta para acto seguido citar a Concepción Arenal "que fue la primera mujer en ir a una universidad vestida de hombre" o Juana de Vega "que creó una fundación para los agricultores y les dejaba tierras porque pensaba que eran para trabajarlas", explica. "Juana de Vega es mucho más que el nombre de una calle de Coruña", reivindica.

Nieves Rodríguez, Laura Míguez, Berta Ojea y Mabel Rivera.

"Con 40 no eres joven ni mayor para hacer papeles de abuelita"

La presidenta de la Asociación de Actores e Actrices de Galicia, Nieves Rodríguez, remarcó que la desigualdad se produce en todos los ámbitos de la cultura y no solo afecta a las actrices. "Nosotras estamos más expuestas a ello porque tenemos que vivir muchas veces de nuestra imagen", subraya. "Cuando cumples cuarenta y eres lo que se considera una mujer guapa pero ya no tan lozana el teléfono se resiste a sonar", lamenta la actriz, que recalca además que "ya cuesta habitualmente que te ofrezcan un papel bueno, cuesta un mundo". A este respecto, remarca que el sector está cambiando poco a poco pero "queda mucho trabajo todavía por hacer". "Con cuarenta ni eres joven ni eres mayor para hacer papeles de abuelita, parece que no hacemos cosas interesantes a partir de esa edad", critica al respecto de los estereotipos fijados en la industria. "El papel fundamental lo tienen las productoras, tienen que poner el foco para que se vea que las mujeres somos rentables, no solo los hombres", indica Nieves Rodríguez, que además es comunicadora. "La gente que está en casa quiere ver personas como ellos también en la pantalla, las mujeres no estamos escondidas, tenemos vidas plenas y con trabajo, debería plasmarse eso también. No hay que pedirlo por favor, tenemos derecho a que nos incluyan y a cobrar lo mismo que los hombres

"Hay que visibilizar el papel de la mujer real, crear ese rol"

Laura Míguez integra la comisión de Igualdade de la Asociación de Actores e Actrices de Galicia, pendiente de la firma de un convenio con la Universidad de A Coruña y otros colectivos del sector para encargar un estudio sociolaboral concreto sobre el papel de la mujer en la industria gallega. "Queremos visibilizar a través de datos concretos la desigualdad", asevera la actriz y también empresaria que lamenta que la desigualdad no solo se limita a la dificultad de encontrar trabajo por la edad sino que todas la padecen en lo que respecta a la presencia de las mujeres y los papeles que interpretan. "Vivimos en una sociedad espectáculo y la ficción crea referentes. Nuestra obligación es la de construir nuevos roles y otorgar a las mujeres el poder que se les quita relegándolas al hogar y reduciéndolas a chicas sexualizadas vinculadas a sus compañeros", lamenta. Por ello, coincide con el resto de compañeras en reivindicar que "nos dejen contar nuestras historias, visibilizar el papel de la mujer real, en todos los ámbitos porque nuestros papeles están siempre vinculados al valor estético", insiste. Los datos del estudio, añade Míguez, permtirán acudir a la propia industria para exigir un "compromiso" con la igualdad que, si es necesario, vaya unido a las cuotas. "Tiene que haber un respeto a la ley de igualdad que hoy por hoy no existe, es una cuestión de sociedad y nosotras estamos en primera fila", reafirma.

"Tenemos el mismo derecho a trabajar, seamos jóvenes o mayores"

"Las mujeres que estamos en el sector de la cultura, no solo las actrices sino también las directoras, productoras o guionistas tenemos derecho al trabajo independientemente del hecho de que seamos jóvenes o mayores, a cobrar los mismos salarios, la misma representatividad y las mismas oportunidades", aseveró Berta Ojea, que lamenta que el rol de las mujeres en la industria sea "el mismo que en los años cuarenta". Considera fundamental que cambie tanto la industria "profundamente conservadora" como la Administración, "que es la que tiene que tomar el pulso". En España, al igual que en el resto de Europa, el sector se nutre de subvenciones públicas por lo que considera que está ahí la oportunidad de cambiar la situación actual. "La ley de igualdad ha cumplido ya diez años y ya no sirve ir poco a poco, hacen falta decisones más drásticas", afirma. La actriz que encarnó a la mítica Ofelia en "Mortadelo y Filemón", lamenta la poca relevancia de los papeles femeninos y también a las mujeres como espectadoras, pese a que su consumo de cultura es superior al de los hombres. "Todavía se cree que a las mujeres solo nos interesan las películas románticas pero a lo mejor también queremos saber cómo conquistamos el voto. La historia de la humanidad está contada de manera sesgada y tenemos que acabar con eso desde la educación y la comunicación pero también desde la cultura porque es su responsabilidad", añade.

"Se echa de menos hacer otro tipo de papeles"

"Trabajo con una cierta continuidad pero por encima de los 65 la situación se complica mientras que en el otro lado ves que otros compañeros cogen peso en la industria a medida que pasa el tiempo", afirma la actirz Mabel Rivera. Por ello, desde la vicepresidencia de la AAAG también se vuelca en la comisión de Igualdade. "Cuando vas por un camino de reivindicación no sabes qué es lo que podrás conseguir pero ves derechos que son amenazados y si no intentamos hacer cosas para cambiarlo la situación podría empeorar", manifiesta. Agradece el apoyo en esta lucha de compañeros varones y hace especial hincapié en el peso de los papeles. "Echo de menos una mayor presencia de las mujeres y también el tipo de trabajo que realizamos, siempre subordinado a la presencia masculina, de poca entidad, no siempre se pueden rechazar los papeles porque estamos hablando de un trabajo pero sí que se puede intentar que las cosas cambien", recalca. "Querría hacer trabajos que me comprometan en lo artístico y también lo personal, no reducirnos a las mujeres a un mero bulto, a una presencia al lado de un hombre. Las mujeres somos personas activas en la sociedad, también las mayores, no solo estamos para cuidar y tenemos muchas cosas que aportar, podría haber proyectos interesantísimos porque hay muchas historias, anónimas y también de mujeres singulares, pendientes de contar".

"Hay muchos menos personajes escritos para las mujeres"

El actor Toni Salgado integra la comisión de Igualdade de la AAAG donde, entre otras cuestiones, aporta el punto de vista masculino. "Soy sensible a este problema porque lo vivo desde dentro y percibo muchas diferencias entre los personajes masculinos y los femeninos y en el propio tratamiento que reciben las actrices, algunas de ellas con más formación pero a las que les cuesta más encontrar trabajo porque hay menos personajes escritos para ellas", remarca. Así, también lamenta el concepto diferente de los personajes escritos según el sexo. "Los personajes femeninos siempre acompañan en lugar de incidir de forma individualizada, muchas veces en los guiones ni siquiera aparece un nombre, solo pone mujer, o hija, o señora", constata. "Afecta a todos los ámbitos, desde producción a guión, siempre hay una perspectiva muy poco femenina y hay que comenzar a ofrecer roles de género más acordes con nuestra realidad social", exige. Por ello, el trabajo de la comisión es el de visibilizar esas diferencias y contar con el apoyo de otros colectivos que se sumen a la AAAG para luchar por la igualdad real y hacer mayor presión. "Hay muchos frentes abiertos pero bastante desconocimiento y dispersión en cuanto al enfoque y los objetivos a perseguir y tenemos que ponernos todos los colectivos de acuerdo para que la batalla sea global".