La elevada contaminación del aire que respiramos provoca al año miles de fallecimientos prematuros en Europa. Lo denuncia, desde la Unión Europea, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) que ayer presentaba el informe "Calidad del aire en Europa". Solo en España, calculan que, si se tomaran medidas, se podrían ahorrar más de 36.000 fallecimientos anualmente.

De esta cifra, el contaminante más letal serían las partículas en suspensión en el aire (23.960 muertes), seguidas del dióxido de nitrógeno (6.740) y el ozono troposférico (5.436).

Miguel Ángel Ceballos, de Ecologistas en Acción, explicaba ayer que estas muertes prematuras se producen debido a "enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Depende del contaminante. Por ejemplo, el dióxido de nitrógeno tiene una repercusión más importante sobre el sistema respiratorio; mientras que las partículas en suspensión la tienen en el sistema cardiovascular, pero los dos contaminantes interactúan y refuerzan sus efectos".

Para referirse a la situación de Galicia, Ceballos recordó un estudio que realizó su organización y que dio a conocer este verano. En el mismo, se recogía que seis de cada diez gallegos respiran un aire perjudicial para la salud si se tienen en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Dicho estudio también recogía que las centrales de As Pontes y Meirama figuran entre las cinco más contaminantes del país por sus emisiones de dióxido de azufre.

En cuanto a las urbes, Ecologistas en Acción denunciaba que las ciudades de Vigo, A Coruña y Santiago superaron tanto los valores medios anuales como diarios de PM (partículas en suspensión) recomendados por la OMS.

El informe apuntaba que, en el territorio gallego, se superó las concentraciones máximas de dióxido de azufre que marca la OMS en la estación de A Grela (A Coruña), Pastoriza (Arteixo), Oural (Sarria) y Xove (Lugo). Por su parte, el ozono troposférico afectó especialmente al sur de Galicia: las estaciones de Noia, Oeste (Vigo), y A Alameda y Laza (Ourense) así como la instalada en la isla de Arousa sobrepasaron el valor recomendado por la OMS más de 25 días.

La ONG critica que en los episodios de alta contaminación ni la Consellería ni el Ministerio de Medio Ambiente avisaron a la población sensible para que se protegiera tal y como obliga la ley.

A este respecto, Ceballos indicó que "la Xunta debería informar a la población de la calidad del aire para que en situaciones de elevada contaminación se pudiese proteger".