Andrés Goteira (Meira, Lugo, 1983) visita Sitges con su ópera prima, "Dhogs", insólito trabajo del cine fantástico español que, según los críticos, bebe de esos referentes y los traduce en un cine raro, extrañamente oblicuo. "Me gusta el cine que me provoca algo dentro, que me activa, aunque cueste procesarlo", afirma el director gallego, ilusionado en su debut en la sección oficial del festival. Rodada en gallego, "Dhogs'" se adentra en el género fantástico tensando hasta el límite las cuerdas de la realidad.

Es un relato que parte del encuentro casual de un hombre de negocios con una bella mujer que bebe sola en el bar de un hotel, pero que deriva en una retorcida, casi irreal, espiral de violencia. "He querido hablar de la parte perversa del ser humano, de la violencia, en especial de la masculina y, sobre todo, de la pasividad sumisa y egoísta de la gente ante esa perversión", explica el cineasta -ingeniero de Telecomunicaciones- acerca de su filme, altamente simbólico y metafórico, que él, con valentía, considera "de entretenimiento por encima de todo" pese a su incomodidad congénita.