El científico gallego Juan Calderón amaneció hoy en EE UU con la noticia de que la red en la que trabaja, LIGO, y el detector de ondas gravitacionales, ha logrado el Premio Nobel de Física."Es un orgullo saber que has puesto un pequeño grano de arena en esto. Supongo que es equivalente a cuando el Barcelona gana una Champions", aseguró a FARO.

Los científicos Rainer Weiss, Barry C. Barish y Kip S. Thorne, que ya habían logrado el Premio Princesa de Asturias, acaban de ser galardonados por su "decisiva contribución a la observación de las ondas gravitacionales", según anunció la Real Academia Sueca de las Ciencias.

El gallego forma parte de ese proyecto.

Tres detectores en dos continentes, EE UU e Italia, separados por miles de kilómetros, captaron por el pasado mes de agosto la colisión de un par de agujeros negros que confirmaba de forma inequívoca, por cuarta vez, la existencia de las ondas gravitacionales que postuló Einstein.

El centenar de científicos y detectores de LIGO (Observatorio de ondas Gravitacionales por Interferometría Láser) entre los que se encuentra el físico gallego, Juan Calderón Bustilloescucharon" por primera vez el 14 de septiembre de 2015 la primera onda gravitacional producida por el choque de dos agujeros negros 1.300 millones de años antes. Este hallazgo, según los expertos, abre una nueva ventana de observación al cosmos.

"Es abrir una ventana totalmente nueva al estudio del Universo; toda la Astrofísica que se ha hecho hasta ahora está basada en radiación electromagnética y esto es una fuente totalmente distinta"."Estamos empezando a escuchar el Universo, lo hemos oído ya tres veces", explicó el joven a FARO.

El físico gallego procedente de Silleda, Juan Calderón trabaja en el Georgia Institute of Technology y es miembro de LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory). Ha estado siguiendo el hito científico que ha logrado el Nobel, porque lleva más de un año trabajando en agujeros negros y la semana pasada ha publicado un artículo en una revista científica, precisamente sobre esta temática.

Era la última predicción de Einstein que faltaba por observar de forma directa y los detectores del Observatorio LIGO en EE UU, lo corroboraron con la detección de ondas gravitacionales. Estas ondas son perturbaciones del espacio-tiempo, descrito por la Teoría de la Relatividad General de Einstein, publicada en 1916. Se generan cuando los cuerpos se mueven violentamente y, para imaginarlas, se suele decir que son análogas a las ondas que forma el agua al meter la mano en un estanque. Sin embargo, solo es posible detectar las emitidas por cataclismos como la fusión de agujeros negros, o violentos como las supernovas o el Big Bang.