El cómic entra al museo por la puerta grande. Unas tiras de prensa firmadas por Castelao y publicadas a principios de los años veinte constituían -prácticamente- el único legado de viñetas en la colección de Arte de Afundación. Pero la presencia del cómic acaba de dar un giro luego de que la entidad adquiera para su patrimonio una historia gráfica, inspirada en sus fondos artísticos, y realizada por el dibujante vigués Jacobo Fernández Serrano.

La propuesta realizada por el creador vigués dibuja una espiral perfecta. Primero, Jacobo Fernández diseñó una historieta de cinco páginas en las que repasaba hasta 26 obras emblemáticas de autores como Leiro, Laxeiro, Lugrís, Granell o Maruja Mallo.

A través del hilo conductor del protagonista del cómic, "Pikiblinder", Jacobo Fernández muestra una reflexión de obras tan icónicas para el arte contemporáneo como "Pescadores" (1973), de Manuel Colmeiro, o "Romería", de Urbano Lugrís, 1953). Y además, Afundación se convierte en la primera entidad privada en Galicia que incorpora a su colección páginas originales de cómics, integrando ese trabajo, "Pikiblinder". Sigue así una tendencia iniciada por entidades públicas como el Museo Nacional del Prado y, antes, por museos internacionales como el MOMA, el Louvre el Rijksmuseum o Museo Nacional de Ámsterdam.

"Pikiblinder" se ve obligado a cumplir una misión en la que se enfrenta a diversos peligros. Citas relevantes son las de la "Enana pintora" (1970) de Laxeiro, retratada pintando un cómic en lugar de un cuadro y guiños al mundo de la historieta con la obra "Regreso del indiano" (1918), de Castelao. Están también el "Tríptico marinero" (Carlos Sobrino, 1931) o Paisaje (Pérez Villaamil, 1848).

El pintor y escritor vigués Jacobo Fernández es el autor de la serie de los "Arquivos do achimboldo Roque" para la revista Golfiño y la serie "Animais pantasma" o las novelas gráficas "Aventuras de Cacauequi" (2007), con la que obtuvo el III Premio Castelao y "Mil cousas poden pasar" (2009), con la que logró el Premio Merlín.

Sobre su trabajo "Pikiblinder", reconoce que lo afianza en el camino "del tipo de artista" que quiere ser. "Desde hace años, la relación entre la pintura y el cómic es uno de mis temas recurrentes; la propuesta era irresistible, parecía tejida por los hilos del destino", indicó a FARO. "En este caso, el arte gallego es el más próximo a mí; son imágenes que formaron parte de mi ecosistema visual desde pequeño. Afundación decidió adquirir la obra e incorporarla a su colección de Arte, con lo que mi cómic se convierte él mismo en el tema del que habla", destaca.

¿Por qué encargar cómics para hablar de arte? El historiador de arte Asier Mensuro tiene una respuesta: "Porque permite acercar a artes hermanas y aporta una mirada fresca sobre colecciones de arte". En esa misma idea incide la coordinadora adjunta del Área de Cultura de Afundación, Paloma Vela.

"Es una tendencia museística actual, de vanguardia internacional: incorporar el cómic al museo o incluso encargar viñetas para exposiciones", indica el también comisario de la muestra, Asier Mensuro. "Jacobo Fernández conoce a los autores sobre los que ha dibujado de toda la vida. El resultado ha sido una obra híbrida, en la frontera entre dos artes. Jacobo hace una obra impresa, para ser leída pero también en un formato grande, concebido para ser expuesto", resume Mensuro.

El proyecto se desarrolla también en el contexto de la exposición "El Arte en el Cómic" producida por la Fundación Telefónica.