Un estudio hecho por investigadores de la Universidad CEU-Cardenal Herrera confirma que el tabaco debe considerarse un producto semiperecedero con una vida útil, según las marcas, de entre tres y seis meses, algo mayor en el caso del tabaco rubio que en el negro, y que se debe conservar refrigerado. El equipo del CEU-UCH ya estableció que la mayor fermentación del tabaco negro constituye el principal factor causal de EPOC, enfermedad respiratoria aguda (BQT) y cáncer de pulmón.