Está en el día a día de las ciudades. Conductor de vehículo, de transporte -urgente o no- maniobra rozando la ilegalidad para sortear el amarillo de un semáforo, al borde de la línea, o para cambiar de carril anticipándose al último coche de la fila. Por no hablar de las filigranas al manillar que realizan algunos conductores de las motos de reparto, obligados por la premura de pedidos que se venden con inmediatez.

Así que, detrás de esa actitud, rayana en el peligro para los viandantes -a la vista de estos- se encuentra una exigencia profesional que reconocen los propios chóferes.

Hasta ahora no había muchos datos al respecto, pero un estudio pone ahora negro sobre blanco: el 70% de los conductores profesionales considera estar sometido "a presión excesiva" para completar sus trabajos o entregas, según revela "TomTom Telematics".

Haz click para ampliar el gráfico

El estudio, que ha encuestado a más de cien conductores de empresas de mensajería y de instalación y mantenimiento en España, también revela que, debido a la presión, estos trabajadores conducen de forma más rápida o menos segura hasta alcanzar su siguiente destino (40%), dedican menos tiempo del que quisieran a cada trabajo (17%) o llegan tarde a sus trabajos posteriores (17%).

Aun así, el 97% dice cumplir con sus obligaciones laborales siempre o casi siempre. Eso sí, lo hacen sacrificando otros aspectos de su vida, saliendo más tarde del trabajo o comiendo en menos tiempo del que deberían, a juzgar por los resultados de dicho test.

De hecho, más de la mitad (54%) considera que su horario- al que dedica más tiempo del estipulado- tiene un impacto negativo en su vida familiar. El 21% de los encuestados destina tan solo 15 minutos a comer. Los principales motivos de esta presión por llegar a tiempo se deben a que la agenda es poco realista o demasiado demandante (30%), a retrasos debido al tráfico (28%), o, en menor medida a una mala planificación por parte de la oficina (10%).

"Los conductores profesionales juegan un papel crucial en la economía española, pero es difícil que puedan cumplir con su trabajo de forma efectiva y segura si están sometidos a una gran presión debido a agendas poco realistas, que no tienen en cuenta elementos como la situación del tráfico", comenta el director comercial para España y Portugal de la firma que efectuó el estudio, Heike de la Horra. "El estereotipo de conductor de furgoneta que no respeta las normas de tráfico es injusto. Los conductores están sometidos a un importante estrés para poder realizar su trabajo, y eso puede llevarles a cometer imprudencias en la carretera", continúa en su defensa. "La información de tráfico o los datos históricos sobre las rutas que proporcionan algunos sistemas telemáticos, pueden ayudar a optimizar los horarios diarios y asignar los trabajos de forma más inteligente", concluye Heike de la Horra.