La Xunta editó un manual con algunas medidas fitosanitarias para evitar la propagación de la plaga. La medida más importante es no trasladar plantas o ramas desde las zonas afectadas. No hay peligro cuando se trata de los frutos o la madera, siempre que no lleven yemas. Advierte que de diciembre a marzo, cuando más castaños se venden, la planta no muestra síntomas de la enfermedad, pero puede estar latente. Las evidencias suelen tardan un año en aparecer.

En el caso de los viveros, se recomienda que si están a menos de 25 kilómetros de un foco infectado no vendan estas plantas a zonas no infectadas, "a menos que a produción de plantas se realice baixo mallas antiinsectos ou que as plantas pasen un período vexetativo de corentena nunha instalación axeitada para esta finalidade, na que se desinsectan retirando todas as bugallas".