Alrededor del año 1880, Vigo era una villa donde el tren tenía una vital importancia. Con una de aquellas viejas locomotoras negras en primer plano y la vista sobre el mar y O Morrazo al fondo, una fotografía coloreada muestra cómo era la incipiente ciudad en aquella época. Esa vista general sobre la urbe olívica plasmada en fotocromo sobre papel es una de las piezas que forma parte de la colección permanente del Museo Reina Sofía, nutrida por 21.000 creaciones, de las que más de 8.000 se pueden consultar en la web de la institución.

La foto es una de las obras de autores gallegos o relacionadas con Galicia que se puede ver entre las creaciones de la colección permante donde también se encuentran cuadros históricos como "La verbena", de la gallega Maruja Mallo (Viveiro, 1902-Madrid, 1995). Si algo atrae en este lienzo es ese desfile aparentemente alocado de personajes que en un primer encuentro puede saturar para, después, hacer disfrutar al espectador con el colorido, con los múltiples detalles que abstraen como el gigante de un solo ojo y la presencia variada de figuras como un guardia civil, cuatro marineros y las dos jóvenes que con los brazos abiertos y fornidos cuerpos saludan con una amplia sonrisa la fiesta. Este óleo de 1927 ingresó en el Museo Español de Arte Contemporáneo en 1988 como uno de los máximos exponentes de la obra de Mallo.

Cuatro años después, este lienzo, junto a otros fondos del Museo de Arte Contemporáneo -entre los que figura una nutrida y más que respetable colección de Mallo-, pasaría a formar parte de la colección permanente del Museo Reina Sofía, que ayer cumplió 25 años.

Desde entonces, la labor de esta entidad se ha enfocado a nutrir las instalaciones de una pinacoteca y fototeca envidiable. Entre el Guernica, obras de Dalí, Duchamp, Renau, Miró, Christo, Juan Gris o Nan Goldin, figuran también creaciones de artistas gallegos como Maruja Mallo, Menchu Lamas, Antón Patiño, Virxilio Vieitez, Manuel Vilariño, Francisco Leiro, Vari Caramés o Xurxo Lobato, entre otros.