Fue precisamente la portavoz de Ciudadanos y jefa de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, quien difundió, para denunciarlas, las injurias que vertió sobre ella en Facebook Rosa María Miras, que tiempo después se ha declarado profundamente avergonzada por sus ofensas. Se cree que algún contacto de Facebook de Miras hizo una captura de pantalla que Arrimadas compartió entre sus 178.000 seguidores en Twitter.

El abogado Fabián Valero recuerda que, aunque publiquemos en muros cerrados, "una vez que cuelgas un comentario no controlas su difusión, dependes de la buena fe de quien has permitido que lo lea, que puede compartir lo que tú has dicho. Pierdes el control del mensaje".

Recuerda el caso del trabajador que fue despedido por poner en un grupo cerrado la expresión "joder, cómo te follaría", referida a una compañera de trabajo. La Justicia ratificó el despido como legal. No sería legal, matiza, la intromisión directa en una cuenta cerrada, "que la empresa estableciese un sistema de monitorización para saber lo que ponen sus empleados en redes sociales, accediendo a un muro privado. Eso sería ilegal". Pero alguien de nuestros "amigos" o compañeros de grupo de Facebook podría difundir lo que ponemos.