Aplicaciones de citas como Ok Cupid o Bumble han comenzado a expulsar de sus aplicaciones a neonazis, supremacistas y otros militantes del odio en EEUU.

Las imágenes de la concentración racista en esa ciudad universitaria de Virginia hace dos semanas mostraron al país que los supremacistas no son solo hombres mayores, rurales y sin estudios, sino que también van a la universidad, no pasan de la treintena y llevan marcas de moda.

Muchos descubrieron el 12 de agosto al "supremacista milenial": chicos de entre 17 y 37 años muy similares a cualquier otro joven de su generación pero que abrazan versiones renovadas de ideologías responsables de los momentos más oscuros de la historia. Lo curioso es que estos jóvenes mostrarían en realidad una imagen bastante parecida de un millennial: están enganchados a las redes sociales, hacen casi todo con su celular y buscan el amor en aplicaciones de citas.

Todo eso lo tendrán más difícil ahora porque les están cerrando la puerta las plataformas más populares entre los "mileniales" para comunicarse, pagar electrónicamente, alojarse, desplazarse o encontrar pareja: Twitter, Facebook, Instagram, PayPal, Airbnb, Uber, Lyft, Ok Cupid o Bumble.

De todos los pasos dados por las tecnológicas para aislar a los racistas, el que más ha llamado la atención es el de las aplicaciones de citas.

Ok Cupid fue el primero en dar el paso en esta clase de acciones, al anunciar con orgullo el 17 de agosto que había expulsado al supremacista Christopher Cantwell."No hay espacio para el odio en un lugar donde estás buscando amor", dejaba claro la empresa, que ha pedido a los usuarios alertar enseguida cuando se encuentren con perfiles de personas "involucradas en grupos de odio".A Cantwell lo reconoció una chica en el popular reportaje de Vice News sobre la violencia de Charlottesville y comunicó de inmediato a Ok Cupid que este joven la había contactado recientemente en la plataforma."Fuimos alertados de que el supremacista blanco Chris Cantwell estaba en Ok Cupid. En 10 minutos lo expulsamos para toda la vida", indicó la empresa.Sobre él pesaba incluso una orden de arresto del FBI por uso ilegal de gas lacrimógeno en las marchas de Charlottesville.