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Julio Rey: "Donald Trump es una auténtica caricatura, pero maneja el botón nuclear"

"El papel como soporte no está acabado; como dibujante y creativo veo que el diseño de un periódico es información"

Julio Rey. // Angel González

Julio Rey es, con José María Gallego, el coautor desde hace más de tres décadas de una de las viñetas más hilarantes de la prensa española, la de Gallego y Rey en el diario "El Mundo", tras haber pasado por "Diario 16", donde los emparejó Pedro J. Ramírez.

- ¿Su método?

-Busco el tema, analizo la noticia y una vez que veo su significado, paso a pensar cómo lo tiene que contar Gallego y Rey; estamos en un periódico y contar noticias es nuestra manera de dibujar. Lo único que nos pidió Pedro J. es que contásemos la verdad, que no inventásemos. Diseño el boceto y Gallego el arte final.

-¿Inspiración?

-Depurar la idea me lleva cuatro horas. Como a Serrat, a mí las musas siempre me pillan con los codos encima de la mesa.

-¿Qué esperan conseguir?

-A mí no me gustan las moralinas. El lector tiene que sacar sus propias conclusiones y si puedo generar debate, mejor. El debate es imprescindible. Eso es algo que ahora sabes con Twitter, donde tengo unos 8.000 seguidores.

-¿Qué valoran ellos?

-Lo que buscan es la ironía y la crítica contra el poder, gobierne quien gobierne. Si la crítica es honrada y aséptica, la gente lo agradece, aunque sí hay seguidores más sectarios, los de los partidos. Twitter me enriquece; a veces encuentro lecturas de la viñeta que no había pensado.

-¿Le retroalimenta?

-Mucho. Twitter está denostado, pero si sigues a Paquirrín, qué vas a esperar. En mi caso, también me aporta la relación con los jóvenes. Sin Twitter me sería imposible esa comunicación, porque desgraciadamente el lector joven no lee el papel. También estoy aprendiendo mucho sobre el manejo de las nuevas tecnologías de mis jóvenes colegas en el programa "A vivir que son dos días" de la cadena SER.

-¿El futuro del periodismo pasa por lo digital?

-Esa es la pregunta del millón. Yo creo que las dos cosas tienen que confluir. El papel como soporte no está agotado y yo considero, como creativo y dibujante, que el diseño de un periódico es información. Hay diseños en páginas que son imposibles en Internet. Por lo tanto, la información en Internet pierde calidad, comparándola con la del papel. Y luego las webs por sí solas no llegan a alcanzar la misma influencia que una web con una cabecera histórica detrás. Lo que le da credibilidad a Internet es el papel.

-¿Cómo se convierte una viñeta humorística al digital?

-Es laborioso, porque en el periódico no hacen falta los clics. Para las viñetas nunca tienes un enlace en la "home", tienes que ir a buscarlas a opinión, con lo que el lector ya tiene que navegar por la web del periódico. Tal vez estén "escondidas" para eso. No tienen la accesibilidad que en el papel. Incluso no sé si el carácter de la viñeta en Internet pierde su naturaleza. La viñeta es un invento anglosajón que está ideado para el papel. Si me apuras, incluso el color también desvirtúa un poco el carácter de las viñetas en los periódicos y a los dibujantes nos ha costado adaptarnos, hasta que hemos descubierto que el color por sí solo también es fuente de expresión. No es lo mismo, desgraciadamente ahora que hemos tenido atentados, tener que dibujar la sangre en negro que en rojo. Facilita en ese sentido el trabajo para el lector. Es imprescindible que el lector se esfuerce por entender la viñeta y piense.

-¿Estamos en temporada de humor negro?

-Como humor negro podría calificar el suicidio de Blesa.

-Su viñeta al respecto (una tarjeta black, en vez de una cartulina identificativa, colgando de los pies de un cadáver) fue polémica.

-Sí, y ha tenido una respuesta inusitada, pero eso es humor negro convencional. Me honra decir que probablemente la habría hecho Chumi Chúmez, que es un maestro de todos nosotros. Generó mucha polémica, pero eso es positivo, porque la gente habla de un producto periodístico, de una noticia. Genera debate y crítica y eso es imprescindible.

-¿Y la portada de Chalie Hebdo sobre el atentado de Barcelona (dos cadáveres en charcos de sangre, uno de ellos de un niño, al paso de una furgoneta y la leyenda "Islam religión de paz... Eterna!")?

-Charlie Hebdo está siempre en el límite. Su vocación es la provocación y la sátira no puede dejar nunca de ser eso. Y luego, Charlie Hebdó tiene sus mártires y eso carga de honradez a las portadas de esa revista, porque lo ha sufrido. De hecho, la respuesta que dieron a su propio atentado fue una respuesta satírica y que rozaba el humor negro. Es llegar hasta el límite, pero es legítimo.

-¿Tienen problemas de libertad de expresión, como la portada que dedicó "El Jueves" a los reyes?

-Este es un país de más papistas que el Papa. El problema de la portada de "El Jueves" no fue la portada, sino el Fiscal General, que incluso llegó más lejos que la propia familia real por aquello de a ver qué pueden pensar y decidió cerrar la revista. Lo cual nos hizo un gran favor, porque nunca se ha vendido tanto. En general, creo que gozamos de libertad de expresión en este país. Los mayores problemas que podríamos llegar a tener son cuando tocamos asuntos de fe. Ahí la gente se molesta rápidamente y empiezan a saltar sus alarmas. El hecho de dibujar al Papa, sólo por dibujarle, sin contexto, sin concepto, ya desata pasiones. Si encima eres irónico, imagínate. Y para qué vamos a hablarte del profeta (Mahoma). La célebre caricatura donde en gran medida empieza todo esto, la caricatura danesa del profeta, nosotros nunca la habríamos hecho. Básicamente porque no nos interesan los asuntos de fe. Nos interesan las acciones que generan esas fes; las de los ayatolás o de los inquisidores. Eso sí tiene una crítica, pero no la fe, sea cual sea. La caricatura de Mahoma nosotros nunca la habríamos hecho, pero siempre vamos a defender el derecho a publicarla; libertad de expresión ante todo. Lo que ocurre es que, cuando el humor hiere de una forma gratuita o incluso cuando persigue otros fines que no son los periodísticos o humorísticos, eso no lo defiendo.

-¿Cabe el sarcasmo?

-En una tira de humor cabe todo, pero sobre todo lo que tiene que haber es inteligencia. El humor gráfico se tiene que basar sobre todo en la ironía y la ironía es sutileza. Lo sutil y el concepto determinan la calidad de la viñeta. Nadie tiene derecho a insultar por insultar, por muy buen dibujante que sea.

-Hay viñetas de las que se dice que son editoriales.

-Si acaso una opinión, como la columna de cualquier compañero.

-¿El humor es un lenguaje universal?

-Lo que es universal es la falta de sentido del humor; no solemos reírnos de nosotros mismos y entonces mal vamos. Por eso están ocurriendo cosas como las que están ocurriendo. Por no hablar ya de un terrorismo fanático, la violencia en el fútbol empieza por la falta de autocrítica y la falta de saber sonreírse de sí mismo y de tus propios defectos. Eso genera actitudes fanáticas que llevan a la violencia.

-Un ejemplo palmario lo tenemos en la Casa Blanca.

-El fenómeno Trump es dificilísimo de definir. Probablemente es un antisistema que crea el sistema. Donald Trump es una auténtica caricatura, lo que ocurre es que maneja el botón nuclear. Incluso los suyos están asustados porque está fuera de control. Es un friki amo del mundo. Eso te puede llevar a las críticas que hacía Chaplin en "El Gran Dictador". Creo que el "impeachment" está a punto de caerle encima. Luego queda el de Corea. Hay una serie de personajes que manejan los hilos que están fuera de control y son auténticos sociópatas, incluso psicópatas, que ha generado el propio sistema. Creo que esto es un signo claro de la decadencia del sistema.

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