"Nuestro objetivo ahora mismo es salvaguardar el patrimonio de la Playa de Belinho en Esposende y al mismo tiempo investigar para hallar más patrimonio subacuático". Así responde Ana Paula Almeida, integrante del equipo arqueológico portugués que hace unas semanas halló, a 100 km de las aguas gallegas, un navío naufragado en el siglo XVI.

Precisamente, la datación del naufragio era una de las incógnitas que el equipo de arqueólogos del municipio luso de Esposende ha podido responder gracias al hallazgo de cuatro cañones y una ancla. "En principio, con los dos cañones de hierro y los otros dos de bronce, pudimos fijar la fecha cronológica del navío entre 1525 y 1550", resalta Almeida, antes de reafirmar lo que muchos investigadores internacionales ya dicen: "Se trata de de uno de los descubrimientos arqueológicos subacuáticos más importantes realizados en Portugal, convirtiendo a la Playa de Belinho en un referente mundial para esta clase de actividades".

La historia de esta revelación comenzó en 2014, cuando dos hermanos, João y Alexandre, vecinos de Esposende, encontraron varios objetos del barco que una tempestad portó hasta Belinho. En 2015, un proyecto europeo liderado por la española Ana Crespo Solana, analizó los centenares de platos, cuencos y proyectiles que habían sido descubiertos. Ya en el 2016, el grupo de arqueólogos portugués concentró todos los datos que tenían y comenzaron a buscar el pecio.

"En base a informaciones orales y diversos estudios tenemos conocimiento de que podemos realizar más descubrimientos en Belinho", señala la arqueóloga. Precisamente, destaca un proyecto que el equipo tiene entre manos para el año que viene. La aspiración de esta pesquisa será la de continuar aumentando la lista de patrimonio subacuático hallado en Belinho.