Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pedro Mansilla: "Con un ataque fuerte de la plaga, los cítricos podrían llegar a no desarrollarse"

La "psila africana" se extiende con fuerza entre los árboles de las Rías Baixas

La plaga del insecto chupador conocido como "psila africana" se está extendiendo con fuerza en la provincia de Pontevedra. Pedro Mansilla, jefe del servicio de la Estación Fitopatológica de Areeiros, esclarece los peligros reales de la plaga y plantea cuáles son las perspectivas de futuro.

-¿Cómo está afectando realmente la plaga de la "psila africana" a los cítricos gallegos?

-Es una plaga capitaneada por un insecto chupador y, como todos los insectos chupadores, afecta particularmente a la hoja de los árboles. La hoja se riza, no se desarrolla o se desarrolla mal y, como es sabido, la hoja es la fábrica del árbol, el lugar por donde realiza la función fotosintética y respiratoria. Entonces el árbol se puede debilitar. Sobre todo está afectando a los cítricos de la costa, que es donde vemos que está llegando con más fuerza. Si viajamos al interior vemos que la afección es mucho menor. Fundamentalmente, está atacando a los limoneros porque es lo que más tenemos, aunque también a naranjos y mandarinos.

-Pero el peligro real no está en este insecto chupador.

-El peligro no es la "psila africana" (Trioza erytreae), el peligro es que este insecto puede ser transmisor de una bacteria, la HLB (Huanglongbing). Pero de momento, y en vista de todos los análisis y seguimientos que hemos hecho y que estamos haciendo, esa bacteria no ha dado señales de vida. El insecto es un insecto chupador como otros muchos que tenemos. Los cítricos, no sé si por suerte o por desgracia, pero aquí en Galicia y sobre todo en las Rías Baixas, tienen cantidad de insectos chupadores, en especial cochinillas, mosca blanca... Todos son chupadores y lo que pueden provocar es un debilitamiento en el árbol. De todas maneras, lo importante aquí es que podría ser portador de esta bacteria.

-Si llegase a traer esta bacteria, ¿cómo afectaría esto a nuestros árboles?

-La HLB es una bacteria que actuaría sobre el sistema vascular y que, de llegar a manifestarse, lo colapsaría y el árbol se moriría. Actúa en el interior, es sistémica y, por tanto, lo destruiría. Lo que pasa es que por ahora, como digo, no la tenemos. Además, su detección en laboratorio -haciendo una analítica adecuada- es fácil, pero por sintomatología resulta complicado porque se puede enmascarar con otros problemas que podemos tener y que se podrían asociar a esa bacteria, llevándonos a confusión.

-¿Cómo podría saber la gente de a pie si sus árboles están afectados por la plaga?

-Darse cuenta de si están afectados por la "psila africana" es fácil porque las hojas presentan malformaciones y protuberancias. Lo más evidente es ver cómo se riza la hoja. Eso es fácil verlo. Lo que sí sería más complicado es determinar si hay bacteria o no a través de esa sintomatología externa. Eso sí que es muy complicado.

-¿El fruto nunca se vería afectado?

-En un principio, por la "psila africana", no. Lo que pasa es que si hay un ataque muy fuerte, esos frutos se podrían quedar más pequeños o no llegar a desarrollarse del todo, pero solamente bajo un ataque muy fuerte. Con todo, si el ataque es pequeño o mediano, los frutos se desarrollarán sin mayor problema.

-¿Esta problemática está directamente relacionada con la prohibición del año 2015 para no vender ni limoneros, ni naranjos, ni mandarinos?

-Sí. En aquel momento fue cuando había entrado esta plaga y se tomó la decisión de prohibirlo. El problema de todo esto radica en las ferias de agricultura y en los viveros. Ocurre que este problema ha aparecido por Galicia, pero imagínense la importancia que puede tener para las zonas citrícolas españolas, es decir, la zona levantina y del sur de España, donde hay muchos cítricos y se encuentra el potencial citricultor del Estado. Lo que se pretende es que esta plaga no salga de aquí, porque si llega a estos lugares, podría tener una repercusión muy importante, sobre todo pensando, no ya en la "psila africana", sino que el insecto pueda ser vector de la bacteria, lo que supondría un desastre económico para esas zonas. Precisamente, se prohibió porque podría haber gente que comprase cítricos aquí y se los llevase a otras zonas de España. Ahí es donde surge el peligro.

-Entonces, ¿la única solución es el insecticida sistémico, tiametoxan ?

-Nosotros no planteamos este tipo de soluciones, eso lo hace el Ministerio de Agricultura. Después, en un futuro, se puede realizar la lucha biológica, que en otras partes del mundo ha tenido éxito. Eso es lo que planteamos nosotros, pero hacia un medio plazo, ya que no son procesos que se puedan hacer de la noche a la mañana. En estos momentos, es el único planteamiento para poder frenar a este insecto y que, además de estar autorizado, es una forma rápida y económica, aunque con químicos.

-¿Ustedes barajan alguna otra posibilidad para paliarlo?

-Insisto en la lucha biológica, pero no es fácil. Es necesario pedir permisos para traer parasitoides de otras partes del mundo que son organismos exóticos. Hay que trabajarlos primero en laboratorio, ver que eso funciona bien, después poder hacer pruebas en semicampo, luego pequeñas pruebas en campo y, por último, llegar a utilizarlo. Todo este proceso podría durar entre 3 y 4 años como mínimo. Entre tanto, hay que procurar que esto no siga avanzando.

-¿Hay alguna medida preventiva que se puedan tomar en Galicia?

-Preventivo ya no hay nada.Al estar ya aquí y tan extendido, poco se puede hacer. Preventivamente, cuando nazcan las primeras hojas se pueden cortar y destruir para que haya un potencial de inóculo más bajo, pero bueno, el problema de todo esto -como la lucha química- radica en que los cítricos de Galicia, que son muchos, están totalmente dispersos. Cada persona tiene el suyo y cada uno en su parcela hace lo que quiere. Esta situación hace que sea muy problemático el poder controlar las plagas de ese modo.

Compartir el artículo

stats