La alimentación española "cada vez tiende más al precocinado", como consecuencia del acelerado ritmo de vida, y se está "perdiendo la costumbre de la dieta mediterránea, del puchero, de la preparación de esos platos, como las legumbres, ricas en fibra y minerales, y tan necesarias en la dieta".

Así lo explica la coordinadora del Máster en Nutrición, Obesidad y Técnicas Culinarias de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), María Barado, quien cree que "en una alimentación saludable debe haber un equilibrio" entre la ingesta de la proteína vegetal y la animal.