"Comenzamos siendo una docena, y ahora sumamos ya más de 200 personas". Así de satisfecho se mostraba ayer Luis Varela, vecino de O Foxo que cada 16 de agosto, desde hace 25 años, acoge en el bajo de su vivienda una misa en honor a San Roque. Su madre compró la imagen de San Roque al párroco, que no quería imágenes de santos en la iglesia.