"Mis hijos están en peligro si dejamos caminar esta injusticia que nos está martirizando. Señora juez, no es un desafío, ni mucho menos, mi actitud, es la única forma que he encontrado a mi alcance como madre para proteger las joyas más preciadas de mi vida. Por favor, pónganse en mi lugar". Con estas palabras cierra Juana Rivas -la mujer víctima de violencia doméstica que se dio a la fuga tres semanas atrás para no entregar a sus dos hijos a su exmarido- una carta hecha pública ayer en la que denuncia la "auténtica pesadilla de terror" que padece por lo que entiende un incumplimiento reiterado en la aplicación de las leyes.

Centenares de personas de toda España hicieron ayer suya la causa de Juana Rivas. Hasta una docena de ciudades, entre ellas Vigo, registraron concentraciones en apoyo a la mujer, que permanece en paradero desconocido. Los juzgados, al igual que en muchas otras ciudades como por ejemplo Gijón o Oviedo, fueron los lugares elegidos para escenificar las protestas, que reunieron a una veintena de personas en apoyo a esta madre y portaban pancartas con el lema"Todos somos Juana" o el lema de esta lucha: "Juana está en mi casa".

A la concentración viguesa acudió la Plataforma Feminista Gallega y representantes de la Rede Veciñal contra os Malos Tratos políticos, entre otros asistentes. La portavoz de la organización feminista Luisa Ocampo, ha recordado que, el pasado jueves, los letrados de Juana Rivas formalizaron un segundo recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional -que se reúne el próximo miércoles para resolver un recurso de súplica interpuesto por la Generalitat de Cataluña- para pedir la suspensión cautelar de la orden de entrega de los dos menores al padre, Francesco Arcuri, que reside en Italia.

Ocampo ha incidido en que este hombre "tiene sentencias firmes" en su contra y ha censurado la "desprotección" que viven las mujeres maltratadas y sus hijos, por lo que ha instado a hacer efectivo el pacto de Estado contra la violencia de género, aunque ha apuntado que el mismo tiene "carencias". "Hay que agilizar el pacto de Estado, un maltratador no puede tener régimen de visitas. Lo dice este pacto, los niños que viven en situación de maltrato no pueden tener régimen de visitas", resaltó la presidenta de la plataforma gallega.

Ocampo resaltó también tras el fin de la concentración que, en los últimos años, 26 niños han sido asesinados por sus padres durante el régimen de visitas y ha asegurado que las plataformas feministas apoyarán a Juana "en la calle" para que "esto no vuelva a suceder".

El epicentro nacional de las movilizaciones fueron los juzgados de La Caleta, en Granada, en los que se tramita el caso de Juana Rivas. Allí se leyó la carta manuscrita por Juana Rivas en la que denuncia cómo una serie de decisiones judiciales la ha abocado a tomar una decisión radical.

"Estoy huida pero no siento que esté haciendo nada fuera de la ley. Pues la ley es la que se ha saltado a la torera desde la primera jueza. Si la ley se hubiera aplicado no estaríamos aquí. Si la jueza hubiera enviado los papeles a Italia hace un año, el convenio de La Haya no estaría amenazando a mis hijos, sino protegiéndolos", afirma Rivas en la misiva.

Los papeles a los que se refiere la mujer son la traducción al italiano de la denuncia por malos tratos interpuesta, en julio de 2016, por Juana Rivas contra su exmarido, Francesco Arcuri. Aunque el hombre había sido condenado en 2009 por un delito de lesiones en el ámbito doméstico, la denuncia se refiere a los presuntos malos tratos que habría cometido contra Juana Rivas entre junio de 2013 y mayo de 2016, cuando la pareja residía con sus dos hijos en la localidad italiana de Calaforte.

Tras retornar a España, Juana Rivas presentó la denuncia por malos tratos en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada, amparándose en el Estatuto de la Víctima, que permite que los residentes en España podrán presentar ante las autoridades españolas las denuncias por delitos cometidos en otros países de la Unión Europea.

El juzgado se declaró incompetente, informando de que Rivas podía acudir a los tribunales italianos. El 13 de marzo de 2017, a consecuencia de un escrito de la Fiscalía, emitió una providencia para unir a los autos la copia testimoniada de la denuncia a la autoridad italiana y ponerla en conocimiento del Juzgado de Instancia 3 de Granada, donde se juzga el procedimiento por la presunta sustracción internacional de menores presentada contra Juana Rivas por su exmarido.

Pero esa denuncia no se tradujo al italiano hasta principios del mes de agosto, lo que dilató cinco meses la tramitación. Entre medias, la mujer desoyó el requerimiento judicial para que el pasado 26 de julio entregase sus dos hijos a su exmarido.

"Estos jueces están pagados con el sudor de todos los españoles. Incluida yo, que siempre he estado cotizando. Con mucho respeto merecemos ser escuchados y que las leyes se usen realmente para proteger a los menores. Que aquí lo importante son mis hijos, que están en peligro por errores judiciales. Quiero pedirle a este juez y a todo el que nos puede juzgar, que encamine este proceso hacia la cordura", suplica la mujer, que continúa fugada.