A punto de iniciarse la última de feria, de modo que sin poder valorar la actuación de Juan del Álamo, Álvaro Lorenzo y Ginés Marín, el empresario taurino Eduardo Lozano se congratulaba una vez más por la buena salud de la fiesta en Galicia. Y es que nuevo en este agosto la ciudad del Lérez se convirtió en punto de encuentro de peñas de distintas localidades gallegas, caso de Vigo o A Coruña, que acudieron al centenario coso de San Roque para disfrutar de"unos carteles equilibrados" con veteranos que como Ferrera viven uno de sus mejores momentos tras 20 años de alternativa y jóvenes, caso de los últimos triunfadores de San Isidro.

"El primer día pudieron salir los tres matadores a hombros, fue una corrida buena y de público hubo cerca de tres cuartos de plaza, es decir bien el tema económico; y en la de ayer ( por el sábado) el rejoneador estuvo sensacional, Cayetano tuvo la mala suerte de una voltereta muy fuerte aunque cortó una oreja y el que estuvo más flojito fue Rivera, estos toreros cuando se despiden ya toda la ambición torera la tienen hecha. Y ahora tengo toda la confianza en este cartel, va a ser una corrida de mucha competencia".

Los jóvenes no decepcionaron y aunque no llevan tanto público como los "mediáticos" a la plaza (ayer se llenó a medias) la idea es crear a las figuras taquilleras del futuro, un empeño al que contribuyó el triunfo de Juan del Álamo.

Aunque no faltó ambiente en los tendidos si que en las calles se hizo sentir la resaca. Y es que el día anterior cientos de peñistas prolongaron la fiesta hasta bien entrada la madrugada o la mañana y ayer las ganas de ambiente no eran las mismas.

Otro tanto sucedía en el caso de los más jóvenes, que teóricamente debían disfrutar durante la tarde-noche del domingo de la cuarta "noche de peñas". Se trata de grandes botellones en los que participan adolescentes que no acuden a la plaza pero que hacen coincidir estas fiestas (las únicas excepciones en las que se permite beber en la calle en Pontevedra) con los días de feria. No obstante, tras el intenso fin de semana pocos conservaban el ánimo y el presupuesto para continuar.

Tras más de 40 años como empresario de la plaza de Pontevedra, Eduardo Lozano no cree que sean los antitaurinos el verdadero enemigo de la fiesta, sino la crisis y la falta de recambio generacional en la afición. En este sentido la feria 2017 también ha sido positiva ya que se puso en marcha un abono especial para menores que consiguió unas 100 nuevas tarjetas.

"Es bueno, esos jóvenes que se incorporan como aficionados a su vez el próximo año vendrán con otros compañeros, de algún modo hay que empezar y para ser el primer año la aceptación ha sido buena", indica el empresario, felicitado por la afición por seguir al frente de la perla taurina de Galicia.