Compaginar trabajo, educación y ocio nunca fue tan fácil como en las Islas Cíes. Allí, un grupo de voluntariado formado por un total de 30 usuarios, de entre 18 y 30 años, acompañados por un amplio grupo de monitores especializados en el medioambiente, llevan a cabo labores de mantenimiento de la isla, vigilancia de incendios, información y sensibilización de los visitantes e intervenciones puntuales de mejora en el parque, a la vez que lo conocen y disfrutan de él.

Sus hábitos son sencillos: se despiertan con música, desayunan todos juntos, se reúnen en grupos pequeños, llevan a cabo las labores que se les encomiendan, vuelven a juntarse a la hora de comer, siguen con los trabajos, cenan y duermen. Una rutina que podría parecer monótona pero que se aleja de ser aburrida: "Es gente muy entregada. Aquí ninguno se queja, nunca hemos tenido ningún problema y siempre quieren repetir", afirma una de las monitoras. Además, esta relató una anécdota de un matrimonio con niños que les visitó el verano pasado contándoles que se habían conocido allí hacía unos veinte años.

Atendiendo a la procedencia del voluntariado de esta quincena, 10 son gallegos, 11 de otras comunidades autónomas y 7 extranjeros. Ismael Liñares y Carolina Buján son de Santiago de Compostela, María José viene desde Valencia y Shenia desde Rusia. No comparten nacionalidad pero sí su amor por la naturaleza. Todos coinciden en decir que se sienten muy afortunados por poder ser partícipes de un proyecto tan especial y al que tanto cariño le tienen.

Una de las actividades en las que se encuentran inmersos y "muy entregados" es la extinción de especies invasoras como la acacia: "Esto es como un campo de minas", afirma el director del campo. Cada día, gracias a la ayuda de picos y palas, arrancan cientos y cientos de raíces que poco a poco fueron irrumpiendo en el archipiélago.

En lo que respecta a la concienciación de los visitantes de las Cíes, las iniciativas son muchas. Una de ellas, la representación de una pequeña obra de teatro para los más pequeños de la familia escrita por el director del campo.

El campo de trabajo

El campo de trabajo, organizado por la Consellería de Política Social, está situado al norte del archipiélago, concretamente en la Isla de Monteagudo. Este, con 43 años de vida y siendo el más antiguo de toda Europa, alberga cada verano, en turnos de 15 días, un total de cuatro grupos de voluntarios procedentes de diferentes países, pero con un único objetivo: disfrutar y cuidar del entorno paradisíaco.

Además de este, existe un total de 27 campos de trabajo más distribuidos a lo largo de toda la geografía gallega. Asimismo, de desearlo, el voluntariado gallego también puede ser destinado a campos en el extranjero y en otras Comunidades Autónomas.

Las instalaciones de Cíes fueron visitadas ayer por el delegado territorial de la Xunta de Galicia en Vigo, Ignacio López-Chaves, en compañía de la jefa territorial de la Consellería de Política Social, Marta Iglesias, y José Antonio Fernández Bouzas, director-conservador del Parque Nacional das Illas Atlánticas, no quiso desaprovechar la ocasión para agradecer a todo el equipo de monitores y voluntariado la labor realizada durante su estancia en las islas: "Vuestro trabajo es esencial", confesó.

Carolina Buján - Voluntaria en las Islas Cíes

"Hacía diez años que no pisaba las islas y estoy encantada"