El listado de aves raras en España no es estático. Las especies que hoy en día se pueden ver habitualmente -aunque pasen gran parte del año en otras latitudes- pueden empezar a escasear mañana y viceversa. Desde la Sociedad Española de Ornitología (SEO Bird Life) creen que el cambio climático juega sus cartas en estas modificaciones.

"Algunas especies de latitudes circumpolares o muy norteñas que antes eran invernantes escasos pero regulares en España son cada vez menos frecuentes hasta el punto que han tenido que ser incorporadas a la lista de rarezas", señalan desde la Sociedad. Como ejemplos, apuntan el porrón osculado o el somormujo cuellirrojo.

Para los expertos de esta organización, "esta alteración en la invernada está sin duda relacionada con la mayor suavidad de los inviernos árticos, que les permite permanecer los meses más fríos del año en los mares del Norte o Báltico, cada vez menos congelados". De esta manera, se ahorran viajes kilométricos hacia el sur así como riesgos para su vida en el desplazamiento.

No obstante, Miguel Rouco, secretario del comité de rarezas de SEO cree que aún tienen que pasar algunos años para conocer exactamente la influencia de los cambios de las temperaturas en la vida de los pájaros. "Tendrán que pasar muchos más años y hacer análisis estadísticos para saber si es por aumento de las temperaturas. De momento, tenemos la sospecha", señala.

Algunas especies, por ejemplo, han dejado de ser consideradas aves raras en España desde principios de 2016 al quedar probada su presencia regular. Es el caso del ánsar piquicorto, procedente de Groenlandia, Islandia o Spitsbergen, esta última la isla mayor del archipiélago noruego de Svalbard.