Un año después había ganas de feria entre los taurinos gallegos, que acudieron masivamente a la plaza capitalina para disfrutar del arranque de la feria 2017. De nuevo los tendidos del coso pontevedrés convirtieron en un mosaico multicolor gracias a las camisetas de los peñistas.

Solo la Cooordinadora de Peñas Taurinas movilizó a cerca de un millar de aficionados, que pudieron beneficiarse de descuentos de entre un 10% o un 20%, dependiendo del número de integrantes de cada agrupación, en la compra de localidades.

Y con los aficionados volvió a la plaza todo el ambiente taurino, con puestos de venta de sombreros, banderas, almohadillas o botijos. Por su parte, los más previsores de nuevo llevaron a la plaza sus neveras con bebidas con las que aliviar el intenso calor que acompañó a la primera de feria.

Muchos recordaron a Iván Fandiño, fallecido el pasado mes de junio en la ciudad francesa de Aire-sur-l'Adour tras ser embestido por un toro y que en distintas ocasiones hizo el paseíllo y salió por la puerta grande en Pontevedra.

El de ayer era uno de los carteles más esperados por los aficionados, que todavía recordaban la puerta grande de "El Juli" y Roca Rey el pasado año y que no querían perderse la gran temporada de Ferrera. No pocos aprovecharon la jornada para captar fotos y subirlas a sus perfiles de las redes sociales con el hashtang #Coordinate a fin de participar en el concurso "Canito" que convocan las peñas.

Otros rituales que repitieron fueron los almuerzos y cenas en distintas plazas del centro histórico, ya que no pocos residen fuera de Galicia y aprovechan estas fechas para reunirse con los que son sus compañeros de peña desde hace años.

Y a mayores de los peñistas, cientos de aficionados procedentes de distintas localidades gallegas, del norte de Portugal y también turistas que pasan estos días en las Rías Baixas. Todos ellos disfrutaron y también sufrieron, por ejemplo con el percance de Antonio Ferrera al ser volteado por el primer toro de la tarde, al que cortó dos orejas.

El presidente del Celta, Carlos Mouriño, y su mujer, Gely Terrazo, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el fiscal jefe de la Audiencia Juan Carlos Aladro figuraron entre el público, buena parte del cual prolongó la tarde disfrutando de la gastronomía gallega y la conversación, una forma inmejorable de despedir el arranque de feria.