El barco de Greenpeace Rainbow Warrior concluyó ayer en Siros (Creta) su gira griega, que lo llevó por los mares Jónico, Egeo y de Creta para dar visibilidad al problema de los residuos de plástico e investigar su presencia en los mares griegos.

Dentro de la campaña "Menos plástico, más Mediterráneo", que también le llevó por España, Italia y Croacia, el buque recorrió durante doce días las aguas griegas recogiendo muestras de agua para determinar, junto al Centro Griego de Investigación Marina, la cantidad de microplásticos presente en las aguas de Grecia.

Aunque el resultado de esta investigación no será anunciado hasta los próximos meses, la organización difundió hallazgos como el de casi un centenar de residuos -la mayoría bolsas y vasos de plástico- a 317 metros de profundidad en Caldera Santorini, al sur del mar Egeo.

También encontraron cientos de objetos de plástico en diferentes pequeñas "playas remotas", como una en la isla de Miconos -en el mar Egeo-, con más de 800 objetos de plástico. El barco también realizó labores de divulgación entre la población con jornadas de puertas abiertas y acciones como la limpieza de playas.