El cardenal George Pell, jefe de las finanzas del Vaticano, reiteró ayer su inocencia de los cargos de pederastia por los que compareció ante un tribunal en la ciudad australiana de Melbourne. Escoltado por más de una docena de policías y acompañado por uno de sus abogados, Robert Richter, Pell llegó al edificio de la Magistratura de Melbourne en medio de una multitud de periodistas de todo el mundo y con manifestantes a favor y en contra del cardenal.

Sin hacer declaraciones y vestido con una chaqueta negra y alzacuello, Pell entró en el edificio con temple sereno y paso tranquilo para comparecer en una sala en la que no cupieron todos los reporteros que acudieron a la vista preliminar.

Dentro, dijo en nombre de su cliente que "el cardenal se declara inocente de todos los cargos y mantendrá esa presunta inocencia", informó el diario The Age.

En una citación que duró solo seis minutos, el tribunal dictó que la Policía deberá entregar a los abogados de Pell todas las pruebas por escrito antes del 8 de septiembre y citó de nuevo a todas las partes el 6 de octubre, cuando se decidirán los pasos a seguir.

Manifestantes a favor del cardenal Pell, algunos rezando el rosario, se personaron en la Magistratura con pancartas en diferentes idiomas, entre las que se podían leer mensajes como "gracias por ayudar a nuestra familia".

Mientras, detractores gritaban que su deber era defender a los niños y sostenían pancartas con frases como "nunca serás tan viejo para ser arrestado por abuso de menores". Las autoridades aún no han revelado el número de casos de pederastia de los que es acusado el cardenal australiano ni el periodo en el que presuntamente ocurrieron.

Frank Hampster, una de las víctimas que acusa de abusos sexuales a Pell, dijo a Efe que confía en la justicia australiana y que no cree que el proceso lleve demasiado tiempo, dada la edad del cardenal, 76 años. Hampster es oriundo de Ballarat, ciudad del estado de Victoria (sureste), donde Pell ejerció como sacerdote entre 1976 y 1986.

La víctima aclaró que no tiene permitido dar detalles de su denuncia hasta que comience el juicio a Pell, aún sin fecha. Si bien la justicia australiana es hermética a la hora de dar detalles sobre los presuntos abusos sexuales en los que Pell estaría envuelto, diferentes testimonios aseguran que los supuestos casos de pederastia fueron cometidos entre los años 1976 y 2001.