Una noche muy especial definida por la impresionante voz de uno de los más importantes cantantes masculinos de jazz de la actualidad. El Festival Internacional de Jazz e Blues de Pontevedra reservó su principal "plato fuerte" para el postre y ayer despidió su 25 aniversario con el que, para muchos, es el mejor vocalista de su género. Se trata del californiano Gregory Porter, que, en 2014, recibió su primer Grammy a la mejor grabación vocal de jazz, galardón que volvería a recibir el pasado año con su cuarto trabajo en solitario, titulado "Take me to the Alley". Tal y como había anunciado la organización, el cantante y compositor asombra por su imponente fuerza física, ya sea por su corpulencia "su permanente sonrisa " o su característica gorra, "que empezó a usar para disimular algunas cicatrices quirúrgicas pero que decidió seguir utilizando precisamente por conferirle un aspecto plenamente reconocible", hasta dotarlo "de un aura única".

Pero si por algo recordará al público gallego el concierto de Porter será por su poderosísimo timbre vocal, "consiguiendo un efecto hipnotizador" entre quienes escuchan sus conciertos. Anoche fueron cientos los que disfrutaron de composiciones propias con raíces en el jazz clásico, el gospel, el soul o el rhythm and blues.

Acompañaron a Gregory Porter, en A Ferrería, Chip Crawford al piano, Jahmal Nichols al bajo, Emanuel Harrold a la batería, Tivon Pennicott al saxo tenor y Ondre J Pivec al órgano Hammond.

"Al margen de Porter, que es la gran estrella de este año, creo que el festival ha sido un éxito", señala su director, José Antonio Ortiz, "además de que ha habido mucho y buen jazz la última parte del programa fue más festiva, con mucho funky y jazz fusión y atrajo mucho al público, que se lo pasó fenomenal, disfrutó y llenó las plazas".

También fue una experiencia positiva para los artistas, precisa José Antonio Ortiz, "que se fueron encantados del sitio y del público". Otro aspecto que satisface a la organización es el éxito de los talleres organizados esta edición.