O.J. Simpson, exjugador de fútbol americano y actor estadounidense, consiguió ayer la libertad condicional tras pasar nueve años en una cárcel de Nevada por un robo a mano armada, el último caso de una historia criminal que arrancó en la década de los 90 con la acusación del doble asesinato de su exmujer y un amigo de ésta.

La junta penitenciaria de la cárcel de Lovelock decidió por unanimidad conceder la libertad condicional a Simpson por su buen comportamiento durante los años que ha permanecido recluido, según informa el diario estadounidense 'The New York Times'.

Simpson, que cumple 70 años este mes, recibió la noticia visiblemente emocionado. "Quiero una vida libre de conflicto", dijo. "Sé que está arrepentido, verdaderamente arrepentido", añadió, por su parte, su hija Arnelle, de 48 años de edad, que ha testificado.

Simpson aprovechó la audiencia para defender una vez más su inocencia. En 2008 fue condenado a entre nueve y 33 años de prisión por robar, junto a dos cómplices armados, objetos deportivos de una habitación de un hotel de Las Vegas. Según su versión, los dos sujetos eran escoltas y la mercancía era de su propiedad.

La defensa argumentó entonces que los cargos eran excesivos y que se debía a la atención mediática que atrajo por el juicio que se celebró en su contra por el doble asesinato de su exmujer Nicole Brown y su amigo Ronald Goldma en 1994, del que fue absuelto.