La comarca de O Morrazo se ha quedado sin uno de sus grandes referentes sociales de los últimos años. Ayer a primera hora de la tarde fallecía en un centro hospitalario de Vigo Fina Acuña Graña, la fundadora de la Asociación de Diagnosticad@s de Cancro de Mama y su presidenta hasta hace apenas un año. La noticia ha sido todo un mazazo para su familia y compañeras en la asociación. "Era valiente, luchadora, incansable, siempre con una sonrisa en la boca y consolando a los demás cuando a lo mejor era ella quien estaba enferma", recuerda con emoción la actual presidenta de Adicam, Olga Sotelo, quien recogió su testigo hace apenas un año.

Fina Acuña tenía 48 años y llevaba luchando contra el cáncer de mama desde antes de cumplir los 30. La primera vez que apareció en su vida fue en 1999 y en 2001 decidió crear una asociación para ayudar a otras mujeres en su misma situación y que tuviesen un lugar al que acudir. Todo en un momento en el que la lucha contra el cáncer de mama no tiene la relevancia social de hoy en día.

"Cuando recibí la noticia me entristecí mucho porque era joven y a causa de una mastectomía tuve que dejar mi trabajo en la hostelería. Además, en aquel año había muy poca información y lo que se escuchaba en la calle no era la realidad. Los tratamientos eran muy agresivos y cambiaban tu vida", contaba en una entrevista a FARO. También contaba como logró superar los dos primeros envites del cáncer de mama: "No todos somos iguales y a cada persona le afecta de una manera. En mi caso, superé la enfermedad al pensar y luchar por mis hijos. Querer que mi familia lo pasara mejor no me hizo pensar tanto en mí y saqué más fuerzas para superar el cáncer. El apoyo de la familia y la comunicación es fundamental para superarlo. En estos casos no se puede esconder nada".

A lo largo de estos casi 18 años Acuña se convirtió en uno de los referentes y símbolos de la lucha contra esta enfermedad. Tanto por la ayuda que supuso Adicam para otras mujeres como por su empeño en visibilizar la dolencia e involucrar al resto de la sociedad a través de jornadas o las marchas solidarias. "Hasta que se creó Adicam no había nada parecido. Iba a hablar con médicos, oncólogos y con quien hiciese falta. Tenía un corazón de oro, siempre abierto a los demás. Nunca dijo 'no' a nadie, siempre tenía buenas palabras y buscaba soluciones para todo el mundo, aunque ella estuviese peor", alaba Olga Sotelo.

A lo largo de estos años el cáncer de mama se le reprodujo hasta en cinco ocasiones. La última de ellas fue fatal y con deterioro muy rápido. "No sé que vamos a hacer sin ella. No va a haber otra persona como Fina. El mejor homenaje que le podemos hacer es intentar seguir adelante con el trabajo que ella empezó y seguir ayudando a las personas afectadas por la enfermedad", cuenta Olga Sotelo. La actual presidenta entró en la asociación hace once años y en la directiva hace cinco. "Cuando el año pasado me pasó la presidencia me dijo: 'Te dejo a mi hijo'. Para ella Adicam era como otro de sus hijos, al que respetaba, quería y adoraba", explica Sotelo. Desde la directiva subrayan que la figura de Fina Acuña permanecerá presente siempre. "Fue la fundadora, la profesora, la instructora y una madre para muchas personas", insisten.

El cuerpo de Fina Acuña será velado hoy en el tanatorio de Cangas y por la tarde será la misa funeral, prevista para las 18.30 horas en la excolegiata canguesa. A continuación su cuerpo será incinerado.