El astronauta Pedro Duque, que viajó al espacio en 1998 y 2003, visitó ayer A Coruña para inaugurar en el Muncyt el curso "El desafío de las ciencias: una mirada a las evaluaciones internacionales", dirigido a profesores de toda España y organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y el Ministerio de Educación. Duque forma parte de la Agencia Espacial Europea (ESA), donde retomó en 2011, tras una excedencia, a su puesto de astronauta. Mantiene las calificaciones para un posible vuelo espacial y es responsable del control y revisión de proyectos de la ESA.

-¿Qué les transmitió a los profesores en la conferencia?

-Hice una exposición de los motivos por los cuales la ingeniería aeroespacial tiene unos requisitos especiales de precisión y la necesidad de que todo el mundo tenga precisión a todos los niveles. La gente que se ponga a trabajar en una ingeniería debe venir con muy buenos conocimientos.

-¿Falta inversión en ciencia?

-Falta multiplicar por tres los presupuestos porque si no, jamás se saldrá del hoyo en el que estamos. A lo mejor alguien lo hace algún día.

- ¿Qué cualidades debe tener un astronauta?

-No hay un área de conocimiento única que se pida, sino que puedes presentarte a astronauta desde muchas áreas diferentes, desde la ciencia, ingeniería, medicina, etcétera. Si uno quiere ser astronauta debe estudiar lo que mejor se le dé, lo que más le inspire, de manera que se convierta en algo bueno en eso. Es lo único que pedimos, que hagan una formación universitaria, y, a la vez, que mantengan la salud en buenas condiciones y que sean capaces de trabajar fuera y hacer cosas operativas como bucear, subir montañas, lo que sea que a cada uno le guste, pero que no sea estar en una silla sentado. También se pide gente normal, que sea capaz de estar en un grupo, que no cree tensiones, adaptable, que le guste aprender.

-¿Qué es lo que más le llamó la atención desde el espacio?

-Lo que se ve desde la ventana. Estás a una distancia grande de la superficie de la Tierra, por lo tanto, ves la Tierra desde arriba, el horizonte curvo, el borde de la atmósfera, lo que se ve de día, lo que se ve de noche, las tormentas, la aurora boreal?. Todas esas cosas llaman muchísimo la atención.

-¿Qué es lo más duro?

-Duro es la cantidad de años que tiene uno que prepararse para poder ir. Una vez que se lanza el cohete ya no hay nada muy duro. No lo hay por los años de preparación, uno ya sabe dónde se mete, hace años que tomó la decisión de que lo va a hacer de todas maneras y todo lo que ocurre lo sabes ya de antemano. Has hecho mucha repeticiones en simuladores y eso rebaja sustancialmente la tensión o la ansiedad que puedas tener en un cohete. Es como la ansiedad o tensión que pueda tener un pasajero de avión o el piloto que va pilotando.

-¿Cómo es la sensación en el lanzamiento?

-Es de mayor fuerza, aceleración, sabes lo que va a ser, pero no es algo que te angustie. Vas en posición horizontal, el cohete empuja, es un empujón hacia delante. No es como los aviones, que la fuerza es hacia abajo. En naves espaciales vas tumbado y no es una sensación muy fuerte. La aceleración del cohete es una aceleración unas cinco veces más que un coche de Fórmula 1, pero aún así no es algo que haga daño.

-¿El año que viene se harán realidad los viajes turísticos a la Luna?

-El año que viene tiene que estar porque si no, los inversores se van a enfadar bastante. Eso tiene que estar. Son unos viajes muy cortitos en los cuales las personas estarán por encima del borde de la atmósfera, podrán ver el horizonte curvo, el borde de la atmósfera, como nosotros, pero durante cuatro minutos o cinco. Esos son los vuelos turísticos que se están planteando para el año que viene. Otras dos empresas tienen pensado pronto dedicarse a eso.

-¿Veremos hoteles espaciales?

-Es posible perfectamente que haya hoteles espaciales, de momento será inmensamente caro ir a ellos, pero veremos si vamos mejorando la tecnología, la hacemos más eficiente y más barata.

- Siempre defendió que hay vida más allá de la Tierra, ¿qué se investiga en este campo?

-Creo que los números son bastante abrumadores. Habrá miles de millones de planetas, en alguno habrá pasado lo mismo que aquí, no creo que seamos tan únicos. Hacemos muchas cosas, se están enviando dos o tres sondas nuevas para detectar planetas fuera del sistema solar. Estudiamos para ver por qué aquí se ha formado la vida, para ver la diferencia, para que cuando estudiemos los otros planetas tengamos un punto de comparación e iremos a estudiar los que sean como la Tierra, no como Marte.