Las vacaciones de este gallego no terminaron como esperaba. Mejor dicho, ni llegaron a comenzar como estaba en sus planes. Julio Rodríguez González, un gallego residente en Panamá, el día 1 de julio voló hasta Perú, donde esperaba reunirse con su pareja que reside en Ourense.

Todo parecía marchar según lo previsto y ambos esperaban encontrarse para disfrutar de unas semanas juntos. Una vez en el aeropuerto de destino, la pareja de Julio pudo superar los controles sin problema. Sin embargo él se encontró con una desagradable sorpresa. Cuando se dirigió al control de pasaportes, le aseguraron que tenía una alerta de la Interpol y le prohibieron la entrada al país.

Julio, consciente de que no tiene antecedentes ni ninguna cuenta con la ley, insistió en que debía tratarse de un error. "Pedí que hiciesen las averiguaciones pertinentes, que llamasen a la Interpol, hablar con algún superior jerárquico pero solo obtuve negativas", explica para FARO. "Tan solo repetían una y otra vez que tenía que reembarcar porque la alerta salía en el ordenador, no me dejaron ni llamar a mi pareja para que no se preocupase".

También llamó al teléfono de emergencias consulares donde le dijeron "que no podían hacer nada". Y tuvo que regresar a Panamá. Tras el impacto inicial, las pesquisas realizadas por la pareja y sus abogados echaron luz sobre los hechos. Julio comparte nombre y apellidos con otro hombre sobre el que pesan delitos por tráfico de drogas.

Pero su pelea no terminó ahí. Se pasaban la pelota de unos a otros hasta que finamente, y aunque la alerta sigue activa, se le autorizó la entrada en Perú a donde llegaba este mísmo sábado por la mañana y en donde recibieron "con un trato muy diferente, excelente".

"Ha sido el viaje más largo de mi vida, pero ya estoy con mi pareja". Con todo considera que "se han violado mis derechos fundamentales de libre circulación y presunción de inocencia, ha sido una semana realmente dura, además de las pérdidas económicas".

A su llegada a Perú hoy ponía ya en el aeropuerto la primera denuncia por todo lo sucedido. Y pretende seguir con todas las que procedan desde Perú, Panamá y España